Con el lema «Comernos los estigmas», el emprendimiento ‘Cocalletas Repostería’ es una apuesta más en la revalorización de la hoja de coca. Esta es su historia
Todo comenzó en 2015. La hoy emprendedora Alejandra Ballén conoció a varias familias campesinas cultivadoras de la planta de coca en la zona rural de San José del Guaviare. Por entonces, la hoja era usada únicamente como materia prima para pasta base de cocaína, un procedimiento ilícito que aún es usado normalmente por familias campesinas e indígenas, pues es una de las dinámicas económicas más fáciles y rápidas para subsistir.
A finales de 2021, Alejandra y Juliana del Cairo, líderes de San José del Guaviare, se encontraron con Viso Mutop, una organización que trabaja proyectos de derechos humanos y derechos ambientales. Allí la pareja de amigas amplió su comprensión sobre la lucha que por décadas los campesinos han tenido que dar por las consecuencias sociales que ha generado el uso ilícito de la hoja de coca.
En ese proceso aprendizaje se documentaron sobre otros usos de la planta, identificando una historia mucho más extensa en departamentos como Putumayo y Cauca, y en países como Perú, Bolivia y Ecuador.
Así fue como conocieron de los beneficios y propiedades que tiene la de la hoja de coca y abrieron los ojos a los sorprendentes e inéditos usos que tiene la hoja en panadería, repostería, textiles, en usos médicos, en fertilizantes, entre otros.
Tal vez le interese: 13 usos ignorados de la hoja de coca para hacer dinero legal: lo que Colombia recordó en la ONU
Fue en este punto que surgió en ellas la idea de hacer las COCALLETAS, productos de repostería como galletas con la harina de la hoja de la coca, que proviene de plantas orgánicas cultivadas por familias campesinas e indígenas de San José del Guaviare.
La idea siempre fue generar un impacto social mediante la desestigmatización de la planta y generar ingresos de manera lícita con la misma materia prima, de ahí que el emprendimiento lleve por lema “Comernos los estigmas”.
Ya para 2022, según cuenta Alejandra, gracias a una capacitación sobre formulación de proyectos por parte de la Corporación Viso Mutop, la Fundación Saldarriaga Concha e Inclusión SAS, tal idea se consolida en proyecto, logrando tener unas bases más sólidas para su producto principal: galletas con harina de hoja de coca.
Tal vez le interese: Así logró Colombia convencer a 62 países de que la coca no se acaba con persecución
Para materializar tal idea era indispensable superar la fase experimental y lograr la fórmula correcta de los ingredientes necesarios. En 2023 el emprendimiento COCALLETAS se postula y clasifica a uno de los 15 cupos de beca a nivel nacional ofertados por el Instituto Gato Dumas, Fundación Tierra de Paz y la Alianza Coca para la Paz, para aprender sobre los usos gastronómicos de la hoja de coca, espacio en el que profundizan en diferentes preparaciones de platos típicos de la región amazónica con la planta sagrada.
Desde entonces, COCALLETAS ha crecido y pulido aspectos de presentación, de elaboración de la galleta (modificación de la fórmula) y la oferta de otros productos como tortas, natillas, chocolates y té con la hoja de la coca, logrando posicionarse no solo a nivel local y regional sino a nivel nacional.
La iniciativa ha participado en espacios promotores del uso alternativo o legal de la hoja de coca, como el GRAN RETO COCA 2024, que busca innovar con recetas que usen la planta y busca promover el consumo, resaltando las propiedades y beneficios para el ser humano.
Un proyecto que sigue creciendo y que, de paso, es una apuesta para aclarar que una cosa es la hoja de coca y otra muy distinta, la cocaína. Y que al contrario de lo que nos han dicho por tanto tiempo, por sus sorprendentes usos, la hoja de coca es milagrosa en muchos sentidos. O como dice la misma Alejandra Ballén: «la hoja de coca, base de estas cocalletas, es todo menos una mata que mata».
Conozca el especial #SoySustitución
-.
(function(d, s, id) {
var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0];
if (d.getElementById(id)) return;
js = d.createElement(s); js.id = id;
js.src = «//connect.facebook.net/en_GB/all.js#xfbml=1»;
fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);
}(document, ‘script’, ‘facebook-jssdk’));
!function(f,b,e,v,n,t,s)
{if(f.fbq)return;n=f.fbq=function(){n.callMethod?
n.callMethod.apply(n,arguments):n.queue.push(arguments)};
if(!f._fbq)f._fbq=n;n.push=n;n.loaded=!0;n.version=’2.0′;
n.queue=[];t=b.createElement(e);t.async=!0;
t.src=v;s=b.getElementsByTagName(e)[0];
s.parentNode.insertBefore(t,s)}(window, document,’script’,
‘https://connect.facebook.net/en_US/fbevents.js’);
fbq(‘init’, ‘446647882874276’);
fbq(‘track’, ‘PageView’);