La propuesta de Juan Manuel Galán sobre la necesidad de un modelo de Estado descentralizado es fundamental para el desarrollo de Colombia. Desde la Constitución de 1991, se ha establecido que un país debe tener regiones fuertes y competitivas, lo que es vital para su funcionamiento. A continuación, exploraremos los puntos clave de esta visión y su importancia para el futuro del país.
La Importancia de la Descentralización
El artículo primero de la Constitución consagra a Colombia como un “Estado social de derecho organizado en forma de República unitaria, descentralizada”. Esta declaración no es solo un principio legal, sino una llamada a la acción para construir un país donde cada región tenga la capacidad de gestionar sus propios recursos y tomar decisiones que reflejen sus necesidades específicas. Sin embargo, la realidad ha demostrado que aún hay un camino largo por recorrer para que esta descentralización sea efectiva.
El debate sobre el modelo de Estado en Colombia no es nuevo. Desde los tiempos de Bolívar y Santander, se ha discutido la necesidad de una estructura que permita a las regiones prosperar. A pesar de los avances, la centralización del poder sigue siendo un obstáculo para el desarrollo equitativo de las diferentes regiones del país. La historia nos muestra que este tema ha sido un punto crítico que ha afectado la relación entre el Gobierno central y las regiones.
Necesidad de un Cambio Estructural
Los políticos a menudo prometen “visitar las regiones” como un gesto de buena voluntad, pero esto no es suficiente. Galán señala que lo que Colombia realmente necesita es una transformación profunda en su modelo administrativo. Esta transformación debe ser adaptada a las realidades y necesidades de cada territorio, permitiendo que las comunidades se conviertan en agentes activos de su propio desarrollo.
Ley 1962 de 2019: Un Paso hacia la Descentralización
La Ley 1962 de 2019 es un hito importante en el proceso de descentralización, ya que busca fortalecer las Regiones Administrativas y de Planeación (RAP) y avanzar hacia su conversión en Regiones Entidades Territoriales (RET). Esta legislación establece un camino hacia la reducción del tamaño del gobierno central y la creación de un nivel de gobierno regional que sea realmente funcional y capaz de responder a las necesidades locales.
Redistribución de Recursos
Para que la descentralización funcione, es fundamental que la misión de reorganización del Estado no sea dominada por el centralismo. Debe existir un análisis detallado de las competencias y recursos en los tres niveles de gobierno. La redistribución de estos recursos permitirá que las regiones recuperen su autonomía y gestionen de manera eficiente los recursos que les corresponden, tal como se había previsto en la Constitución.
Iniciativas como la creación de la Región Metropolitana de Bogotá y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá son ejemplos claros de cómo la regionalización puede beneficiar a las comunidades. Sin embargo, para que estos proyectos tengan éxito, es crucial restituir a los municipios su capacidad financiera y devolverles los recursos que les han sido retirados.
Autogestión y Desarrollo Territorial
Los gobiernos locales no pueden seguir siendo dependientes de políticas centralizadas que limitan su capacidad de acción. Es imperativo que se reoriente el futuro de Colombia desde las regiones, otorgándoles la autonomía y los recursos necesarios para su desarrollo. La verdadera transformación del país se encuentra en sus territorios y en la capacidad de autogestión de sus comunidades.
La visión de Juan Manuel Galán sobre la descentralización es un llamado a reconocer que el desarrollo de Colombia depende de fortalecer sus regiones. Es hora de dejar atrás un centralismo que perpetúa la desigualdad y avanzar hacia un modelo donde cada comunidad pueda construir su propio futuro, con autonomía, recursos y una clara visión de desarrollo. La historia de Colombia merece un nuevo rumbo, y la descentralización es la clave para lograrlo.