El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado su intención de declarar el estado de emergencia nacional y recurrir a recursos militares para ejecutar una deportación masiva de migrantes en situación irregular tan pronto asuma la presidencia en enero.
A través de su plataforma Truth Social, Trump confirmó que implementará un plan para “declarar el estado de emergencia nacional y utilizar recursos militares para enfrentar la invasión (permitida por el presidente Joe Biden) mediante un programa de expulsiones masivas”, con el objetivo de llevar a cabo la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos.
Trump ha reiterado que, en caso de que la Guardia Nacional, encargada de proteger al país en situaciones de conflicto o desastre, no pueda hacerse cargo de las deportaciones, recurrirá a las tropas federales, es decir, al ejército.
Desde hace meses, Trump ha lanzado severas críticas contra los migrantes, a quienes ha acusado de “envenenar la sangre” e “infectar” a Estados Unidos, y los ha calificado de “asesinos”, “salvajes” e incluso de comer mascotas, entre otros términos despectivos.
Por otro lado, un informe del Instituto de Políticas Migratorias (MPI), con sede en Washington, revela que la administración de Biden llevó a cabo más expulsiones de migrantes en situación irregular que la administración Trump durante su primer mandato.
“Combinando deportaciones con expulsiones y otras acciones para bloquear la entrada de migrantes sin permiso a Estados Unidos, las casi 4,4 millones de repatriaciones del gobierno de Biden son ya más que cualquier mandato presidencial desde el gobierno de George W. Bush”, que alcanzó 5 millones en su segundo mandato, señaló a finales de junio ese instituto.
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