La fiscal Andrea Muñoz demostró su participación en dos contratos de la empresa cuando el alcalde Ospina y su hermano la manejaban. Pagara seis años de cárcel
El cuestionado contratista Emilio Tapia llegó a Cali en el 2015. No sería hasta el 2021 que su visita daría frutos cuando se anotó dos contratos en las Empresas Municipales de Cali (EMCALI): uno de ellos con el Consorcio Clarificación Puerto Mallarino por $3.800 millones y otro con el Consorcio Renovación Puerto Mallarino por $2.417 millones, que tiene como representante legal a Herles Rodrigo Ariza Becerra, cercano a Emilio Tapia. En ese momento, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, controlaba la empresa, con su hermano Mauricio Ospina.
Las pruebas son tan contundentes que Tapia fue condenado a seis años de cárcel y cuatro meses de cárcel por los delitos de peculado por apropiación agravado, fraude procesal y falsedad en documento privado; delito que Tapia aceptó.
Fue el exgobernador del Valle, Juan Carlos Abadía, quien llevó a Emilio Tapia, oriundo de Sahagún, a Cali. Tiempo atrás se habían conocido por amigos en común y el exgobernador, quien fue destituido durante su mandato, lo llegó a visitar en la cárcel cuando Tapia estaba pagando su condena por su participación en Carrusel de la Contratación durante la alcaldía de Samuel Moreno en Bogotá.
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En el 2021, la visita de Emilio Tapia a Cali años atrás dio frutos cuando le adjudicaron los dos contratos de Puerto Mallarino cuyas uniones temporales tenían a los mismos socios: Proctor Construcciones S.A.S. de Montería; AESCAF S.A.S, constructora de Girardot; y Consultoría Técnica Latinoamericana y del Caribe S.A.S (Contelac SAS). No fue difícil relacionar a Herles Rodrigo Ariza, representante legal del consorcio de Puerto Mallanario, con Emilio Tapia, pues también está implicado en el caso de Centros Poblados, pues es el representante legal de ICM Ingenieros.
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Andrea Muñoz, fiscal de Centro Poblados, aprovechó la participación de Emilio Tapia en el caso para probar su corrupto paso por Emcali. Quien delató a Emilio Tapias fue Jorge Alfonso Molina García-Mayorga, quien dijo haber sido contactado para presentar un cupo de crédito falso para participar en la licitación de los mencionados contratos de EMCALI. El mismo patrón que el propio Molina habría usado para constituir una garantía falsa por parte del banco Itaú, hecho que destapó el escándalo de Centro Poblados.
Emilio Tapia pidió perdón al final de la audiencia condenatoria. Por ahora continuará recluido en el pabellón de funcionarios públicos de la cárcel El Bosque a donde llegó en abril hace dos años después de que su esposa Actualmente, Emilio José Tapia Aldana permanece privado de la libertad en la cárcel El Bosque, en Barranquilla, a donde fue trasladado luego de lograr a su favor un fallo de tutela que interpuso su esposa, Natalia Morales, alegando que se estaba vulnerando los derechos a la unidad familiar, interés superior del menor, igualdad y dignidad humana.
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