Según investigadores estadounidenses estos animales hacen una cantidad de gestos que superan no solo los de los perros, también las de los humanos
Quienes no tienen estos felinos como mascota asumen que son animales poco expresivos, pero nada más lejos de la realidad. Son muy comunicativos y buscan la forma de hacerse entender, ya sea con maullidos, ronroneos, pequeños gruñidos, entre otras cosas. Sin embargo, es un poco complicado descifrar exactamente qué es lo que nos tratan de decir o comunicar. Por eso hoy te contamos cómo podría entender a sus gatos.
Todo esto se debe a un estudio dirigido por Brittany Florkiewicz, psicóloga comparativa y evolutiva del Lyon College de Arkansas en Estados Unidos. El cuál reveló que los gatos se comunican con 276 expresiones faciales distintas, algo que además puede ser contradictorio para muchos, pues existe el mito de que son animales asociales y poco comunicativos, algo con poco sustento.
Según los resultados, se identificaron 26 movimientos musculares únicos, que al combinarse generan las 276 expresiones faciales documentadas. Además, el análisis clasificó estas expresiones en tres categorías principales: el 46 % se consideraron amistosas, el 37 % antipáticas y el 17 % mostraron características de ambas, un rango de expresiones que supera significativamente las 27 expresiones faciales identificadas en los perros y las 44 en los humanos.
¿Cómo podría entender a sus gatos?
Según este estudio los movimientos de las orejas, los bigotes, las pupilas y el pelo son indicadores clave del estado de ánimo y las intenciones de los felinos.
Las orejas orientadas hacia adelante suelen ser un indicativo de interés y simpatía, mientras que aquellas que se levantan y se dirigen hacia atrás pueden señalar una posible amenaza o actitud agresiva. En situaciones de temor, los felinos tienden a llevar las orejas hacia los costados y a bajar los bigotes hacia la garganta, según explicó la autora.
Por su parte, los bigotes son una herramienta expresiva clave: cuando se extienden hacia adelante y comienzan a vibrar, indican que el gato está tenso o preparado para actuar, mientras que si están pegados hacia atrás, reflejan inseguridad o aislamiento. Incluso gestos tan sencillos como un bostezo adquieren un significado particular en los gatos; a diferencia de los humanos, para ellos es un signo de calma y satisfacción.
Las pupilas también son un reflejo de su estado emocional: cuando están estrechas, suelen asociarse con tensión o una actitud desafiante, mientras que si están dilatadas, podrían estar vinculadas a miedo, sorpresa o incluso hambre. No obstante, como puntualizó Crist, la intensidad de la luz ambiental puede alterar el tamaño de las pupilas, lo que hace que, en ocasiones, la interpretación de esta señal sea más compleja.
Finalmente, la apertura de los párpados es otro indicador fascinante. Los gatos tienden a mantenerlos bien abiertos cuando se encuentran con extraños, como una señal de alerta, mientras que en un ambiente tranquilo y cómodo, como cuando están junto a sus dueños, prefieren dejarlos entreabiertos.
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