En la vereda El Silencio, zona rural del municipio de La Paz, Cesar, un total de dieciocho niños de la Institución Educativa Los Encantos, se encuentran sin recibir clases debido a la ausencia de un docente.
La situación ha generado preocupación en la comunidad, que ha elevado un derecho de petición a la Secretaría de Educación Departamental para que se designe un profesor que se establezca en la zona.
La institución ofrece educación desde preescolar hasta noveno grado, pero quienes desean continuar sus estudios deben trasladarse a otras poblaciones por la falta de infraestructura y docentes. Ana Marcela Murgas, madre de tres niños afectados y líder comunitaria, aseguró que el problema se repite año tras año y que, a pesar de los esfuerzos de la rectora de la sede principal en Guaymaral, aún no han recibido respuesta.
Las dificultades de acceso y las condiciones del colegio agravan la situación. “Las vías están en muy mal estado y llegar al corregimiento de Media Luna, el punto más cercano, toma tres horas en carro. Hasta La Paz es una hora más. Por eso, el docente que acepte venir debe estar dispuesto a vivir en una de las fincas que ofrecen alojamiento”, explicó Murgas.
Además de la falta de personal docente, la escuela presenta condiciones precarias: solo cuenta con un aula sin servicios básicos como agua, luz y baños. Aunque el alcalde de La Paz, Wilson Rincón, prometió destinar recursos para mejorar la infraestructura educativa tras una visita al territorio, la comunidad sigue esperando que estas palabras se materialicen en acciones concretas.
Otro problema que afecta a los estudiantes de sexto a noveno grado es la falta de transporte escolar, lo que limita su acceso a una educación de calidad. La comunidad de El Silencio sigue a la espera de soluciones por parte de las autoridades, con la esperanza de que sus niños no se queden sin el derecho fundamental a la educación.
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