El barón liberal del Atlántico quien carga con delitos de Odebrecht, Cartel de la Toga y paramilitarismo ha estado renuente a decir la verdad, pero le llegó la hora
Aunque las relaciones entre Álvaro Ashton y los paramilitares no están enmarcadas dentro del marco del conflicto armado, sino que lo habrían hecho para asegurarse los votos que necesitaban para salir elegido al Congreso, y sus delitos son catalogados como “delincuencia común”, la JEP le dio la oportunidad de acogerse a la justicia transicional y aclarar las alianzas políticas y económicas en estas regiones. Sin embargo, Ashton se ha rehusado a colaborar. Pero le llegó la hora: habla o sale de la Justicia Especial y queda atrapado en el laberinto de la justicia ordinaria.
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En el pasado Álvaro Ashton fue un poderoso político y barón electoral del Atlántico desde 1998 cuando aterrizó en la Cámara de Representantes por primera vez cobijado bajo la tolda del Partido Liberal y el respaldo del senador José Name Terán quien era también su gran amigo. Esto fue suficiente para que lograra más de 40 mil votos, nada mal para ser la primera vez que aspiraba a un cargo de elección popular. En 2002 se reeligió duplicando su votación inicial ya que fueron 73 mil votos. Se separó del clan Name Terán y en el 2006 dio el salto al Senado donde se mantuvo hasta 2018.
El paso de Álvaro Ashton no solo estuvo marcado por la huella del paramilitarismo, también estuvo involucrado en dos escándalos de corrupción: el Cartel de la Toga y Odebrecht. El exsenador barranquillero le habría entregado dinero al exfiscal Luis Gustavo Moreno para obtener beneficios en los procesos judiciales en su contra, entre ellos, los que de parapolítica y su implicación en Odebrecht. Su objetivo era que sus procesos se congelaran.
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Lo que debe Álvaro Ashton, condenado por corrupción y paramilitarismo, a la JEP:
Ashton se ofreció a hacer brigadas de salud de 14 millones de pesos en los municipios de Soledad, Atlántico, y Sitio Nuevo, Magdalena. Además, había dicho que daría becas en su universidad: la Corporación Universitaria Empresarial en Educación y Salud CORSALUD, destinando 86 becas a víctimas del conflicto.
Ashton también se prometió a crear una fundación para la no repetición que permita la reintegración de víctimas y victimarios en la zona de influencia del Hospital Materno Infantil de Soledad, que el mismo financiará en sus dos primeros años de funcionamiento. Sin embargo, no ha cumplido con su palabra y hoy la JEP le pasa factura.
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