Mauricio Sarabia Gutiérrez, de 14 años, quien sufrió una aparatosa caída en el cerro Santo Ecce Homo, en Valledupar, permanece en la Unidad Pediátrica de la Clínica Laura Daniela, tras haber sido sometido a una intervención neuroquirúrgica. Muestra síntomas de recuperación, sin embargo sus familiares piden cadenas de oración para superar este difícil momento.
El accidente ocurrió cuando el adolescente, en compañía de un grupo de amigos y dos madres de familia, realizaba actividades de senderismo. Según relataron sus familiares, el joven se asomó para observar una finca y perdió el equilibrio, cayendo por un abismo de aproximadamente 20 metros.
Otras versiones indican, que los adolescentes se estaban deslizando y Mauricio se resbaló cayendo al precipicio. En medio de la angustia, sus compañeros descendieron hasta el lugar donde había caído y lograron sacarlo. Minutos después, unidades de la Policía de Turismo y de Infancia y Adolescencia, y el Cuerpo de Bomberos de Valledupar, intervinieron y trasladaron al menor hasta una ambulancia que pasaba por la vía, ya que a pesar del llamado todas hicieron caso omiso y no llegaron al lugar.
El joven fue ingresado a la Clínica Erasmo, pero fue remitido a la Unidad Pediátrica de la Clínica Laura Daniela, donde recibió atención especializada. Los médicos determinaron que presentaba un trauma craneoencefálico de moderado a severo, por lo que fue intervenido quirúrgicamente.
“Mi hijo es un milagro de Dios. Ya está hablando, nos reconoce a todos, además que recuerda todo lo que pasó y preguntó por los amigos que lo acompañaban ese día”, manifestó Aderlis Gutiérrez, madre del adolescente.
Dijo que fue un hecho fortuito en medio de un paseo para el cual le dio autorización porque lo acompañaban dos adultos. Ahora solo queda pedirle mucho a Dios porque hay que someterlo a otra intervención quirúrgica, por lo cual implora cadena de oración por la recuperación de su hijo.
Del caso tiene conocimiento el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), cuyos funcionarios evalúan si hubo algún tipo de negligencia o responsabilidad en el incidente.
Familiares y allegados han manifestado su satisfacción por la evolución positiva del menor, quien cursa octavo grado en el colegio Villa Corelca y reside en el barrio Fundadores de esta capital.
María Calderón, miembro de la comunidad de la iglesia del barrio La Victoria, donde el menor colabora como monaguillo, manifestó que miembros de la parroquia La Divina Misericordia están en cadena de oración para pedir por la pronta recuperación de Mauricio Sarabia Gutiérrez, quien se ha caracterizado por ser un niño alegre y un fiel servidor en la iglesia.
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