Cerca de 10 millones de habitantes de Cuba permanecen sin electricidad este sábado 15 de marzo, la crisis lleva más de 12 horas después de que una avería en una subestación provocara un nuevo apagón nacional, el cuarto en menos de seis meses.
El Ministerio de Energía y Minas (Minem) informó a través de redes sociales que ya se han comenzado a sincronizar algunas unidades generadoras del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), lo que ha permitido fortalecer los “microsistemas” implementados en varias provincias para garantizar un suministro mínimo de electricidad.
Por su parte, la estatal Unión Eléctrica (UNE) había señalado horas antes que la prioridad era restablecer el servicio en centros estratégicos. En ese momento, se estaban generando aproximadamente 110 megavatios (MW), una cifra muy por debajo de la demanda diurna, que ronda los 1.800 MW, y del consumo en las horas pico, que supera los 3.200 MW.
El Minem precisó que los microsistemas han sido activados en 12 de las 15 provincias del país, utilizando grandes generadores que funcionan con diésel o fueloil.
En los tres apagones nacionales anteriores, registrados entre octubre y diciembre de 2024, la estrategia de recuperación consistió en encender estos microsistemas y luego interconectarlos hasta restablecer el suministro en las principales centrales eléctricas del país, un proceso que en esas ocasiones se prolongó por varios días.
Ante la magnitud del problema, el Gobierno llegó a suspender actividades laborales y escolares en todo el territorio. Hasta el momento, las autoridades no han anunciado medidas similares.
Según los reportes del Minem y la UNE, la desconexión del SEN ocurrió alrededor de las 20:15 hora local (00:15 GMT) y se habría originado en la subestación de Diezmero, en las afueras de La Habana. La falla provocó la salida en cascada de varias unidades generadoras, causando un déficit energético en el occidente de la isla y, posteriormente, el colapso total del sistema.
Testigos en diversas zonas de La Habana y del país reportaron fluctuaciones en el suministro eléctrico y cortes intermitentes antes del apagón generalizado.
Crisis energética persistente
Desde hace meses, el SEN atraviesa una situación crítica debido a las constantes averías en sus siete centrales termoeléctricas, muchas de ellas con décadas de uso y sin mantenimiento adecuado, además de la escasez de combustibles para las plantas generadoras. La falta de recursos para importar suficiente diésel y fueloil agrava el problema, ya que el Estado no dispone de las divisas necesarias.
Expertos independientes atribuyen la crisis energética a una crónica falta de inversión en el sector, administrado íntegramente por el Estado cubano desde 1959. Mientras el Gobierno señala las sanciones de Estados Unidos como uno de los principales factores, cálculos externos indican que se necesitarían entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para modernizar el SEN, una inversión fuera del alcance actual del país. Además, cualquier solución viable requeriría años de implementación.
El impacto de los apagones en la economía es significativo. En 2023, el PIB cubano se contrajo un 1,9 %, y en 2024 no logró recuperarse, según cifras oficiales. La actividad económica sigue por debajo de los niveles previos a la pandemia y no se espera una mejora sustancial en 2025, cuando el Gobierno estima un crecimiento del 1 %.
Además del efecto económico, los cortes de electricidad han generado un creciente malestar social y han sido el detonante de protestas inusuales en la isla en los últimos años. Ejemplo de ello fueron las manifestaciones del 11 de julio de 2021, las protestas del verano de 2022 en La Habana y Nuevitas, así como las movilizaciones del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba y otras localidades.
/ELCOLOMBIANO
Post Views: 11