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Muy desde el comienzo, los ciudadanos, las mayorías, la gente, tuvimos claro que esto no tendrá solución hasta que Petro no salga de la presidencia. Por eso el grito fue, desde muy temprano: “Fuera Petro”. “Fuera Petro” en los estadios de fútbol, en las novenas de navidad, en las fiestas de matrimonio —¿recuerdas las marchas multitudinarias del 28 de abril?
Los ciudadanos lo tuvieron claro desde el principio. Quienes se enredaron fueron los políticos, los “dirigentes”, los partidos. Unos por miedo -por miedo a que Petro incendiara al país-, otros porque creyeron que Petro tenía arreglo, y los últimos -la gran mayoría- por corrupción, por física corrupción.
El “Fuera Petro” siempre estuvo ligado al Juicio Político. Un Juicio Político con toda la legitimidad del mundo, con toda la constitucionalidad, con todas las pruebas sobre la mesa de los delitos y las trampas que cometieron en la campaña presidencial. Un Juicio Político que los congresistas de la Comisión de Acusación le han birlado a los colombianos. Por corrupción, por física corrupción.
Pero llegó la hora.
Los políticos se pusieron a vender el cuento de que lo mejor era aguantarse hasta que Petro termine, que nos apretemos el cinturón de la paciencia mientras llegan las elecciones de 2026 -en últimas, que no apliquemos la Constitución y las leyes por consideraciones políticas-. Un cuento que los más cómodos quisieron comerse, como si la destrucción de la salud, de la seguridad, de Ecopetrol, de los escándalos de corrupción, de los ministros impresentables, de las rumbas que derrumban las relaciones internacionales, no se multiplicaran con el paso de los meses.
La indignación y la angustia de las ciudadanías no han parado de crecer. Ver barbarizar a Petro cada día peor, ver por televisión al gabinete de ministros más corrompido e inepto de la historia, no deja de ser muy duro. La preocupación es total.
Desde hace meses las preguntas más frecuentes son: ¿qué vamos a hacer?, ¿qué podemos hacer?, ¿cómo hacer para que este tipo no siga acabando con el país?, ¿Si estos corruptos de la Comisión de Acusación no hacen nada, entonces no tenemos nada qué hacer?
Pero llegó la hora.
Carreta que eso es una Consulta para las reformas. Carreta que eso es para la salud y el trabajo
La hora es la Consulta miliciana que Petro acaba de lanzar. Carreta que eso es una Consulta para las reformas. Carreta que eso es para la salud y el trabajo. Todo el mundo lo sabe. Lo demás es creer que los colombianos somos bobos. Eso lo saben hasta los más petristas, que se frotan las manos creyendo que se trata de otra genialidad de su superhéroe galáctico.
Aunque no faltan los que creen que los colombianos somos bobos menos ellos. Los que se creen que son los únicos inteligentes. Los que se las dan de genios políticos y andan regando la bola de que los 8 senadores de la Comisión Séptima del Senado se están equivocando hundiéndole el esperpento ese al gobierno. Los mismos que dijeron que a Petro no había que hacerle el Juicio Político porque le dábamos la “papaya” de victimizarse como lo hizo en la alcaldía, los mismos que dicen que hay que dejarlo terminar porque de pronto se pone bravo, los mismos que juran y rejuran que no hay problema, que aquí las elecciones de 2026 están garantizadas.
Desde hace cuatro días esos genios no duermen intentando convencer a los 8 senadores de que se echen para atrás y no hundan la reforma. Casi que con lágrimas en los ojos y haciendo gala de un falso antipetrismo, les dicen que ahora sí nos van a arrasar con esas preguntas demoledoras: que si queremos que nos paguen doble los domingos, que si queremos que la salud llegue a todos rincones de Colombia, que si queremos que nos reduzcan las horas de trabajo semanales.
Carreta, no le tengamos miedo a esas preguntas. Por el contrario pidámosle a la plenaria del Senado que le exijan Benedetti que no vaya a dejar por fuera preguntas tan esenciales para el cambio revolucionario como si queremos o no que les paguemos a las Primeras Líneas el millón de pesos mensuales, si queremos o no que le reconozcamos al Presidente las horas extras de cuando trabaja trinando a las tres de la mañana contra Donald Trump, si queremos o no que les aumenten el presupuesto a las guardias indígenas. Ah!, y que por nada del mundo vayan a dejar por fuera de la reforma a la salud los dineros para el cambio de sexo de los niños de cinco años ni de la reforma laboral los dineros para las licencias de las mujeres y los hombres menstruantes, mentruantas y menstruantos.
Carreta, el que crea que nos van a derrotar con esas genialidades es porque está loco, porque está comprado o porque no tiene ni idea de cuál es la verdadera valía de los colombianos.
Pero llegó la hora. La hora de derrotar a Petro y sus barbaridades.
Si nos están retando a un escenario como el de los votos, ese reto sí lo aceptamos. No al de la milicianización pero sí al de la democracia.
Convertiremos su Consulta miliciana en el más grande plebiscito ciudadano Fuera Petro.
Llegó la hora. Vamos a derrotar a Petro.
Como lo ha dicho el pueblo desde el principio: ¡Fuera Petro!
Del mismo autor: Chantaje a la Corte y complicidad con Maduro: eso es Traición a la Patria
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