Antes de hablar de creencias limitantes, es importante llegar al punto de reconocer nuestro potencial. Dios te ha dotado de todo necesario para ser quien siempre has soñado ser.
Somos el resultado de nuestras experiencias y de la conciencia, o el estado de identificación con el cual hemos experimentado nuestra vida personal, las relaciones interpersonales y los conceptos a través de los cuales hemos puesto las bases de nuestra personalidad.
Las creencias limitantes condicionan por completo nuestra vida, pero rara vez somos conscientes de las mismas.
Dicho sistema de pensamiento se expresa en nuestra forma de comunicarnos con nosotros mismos y con los demás, condicionan nuestras acciones y de no hacer conciencia de las mismas, nuestra vida se procesará con base en ellas.
¿Te lo has planteado alguna vez…? “No valgo para nada”,” No soy lo suficientemente bueno para…”, ” No puedo”…
Normal, porque antes de cualquier acción hay un pensamiento, y los pensamientos se sustentan sobre tus creencias, por lo que para cambiar determinadas acciones y comportamientos deberás revisar tus creencias.
Cómo podemos identificar las creencias que nos limitan: Observando y escuchando con atención nuestro interior, transformando nuestra forma de digerir la información que recibimos del mundo exterior y trabajando en ser más reflexivos y cuestionarnos acerca del mundo que nos rodea y la cultura en la cual hemos desarrollado nuestras bases de pensamiento.
Una creencia no es precisamente la verdad acerca de cualquier tema o aspecto de la vida, se convierte en una afirmación y por consiguiente en una forma más de pensamiento, el cual damos por verdadero o aceptamos sin necesariamente haberlo reflexionado o pasado por el filtro de nuestra conciencia.
Algunas creencias son no sirvo para nada, me merezco lo peor, hay cosas que simplemente no pueden ser, hay que criticar a las personas que cometen errores. Mostrar los sentimientos es de débiles, no se puede confiar en nadie. Todos los hombres o mujeres son iguales, yo soy así, no voy cambiar, necesito de ti para ser feliz, eres muy valioso, y basta de creer mentiras. Se libre.