Quiénes tendrán que pagar las millonarias multas por la fracasada unión entre Viva Air y Avianca

Parecía ser la gran oportunidad de salvar la aerolínea de bajo costo, pero terminó sepultándola y los pasajeros perdieron la opción de volar barato

La Super Sociedades, hoy dirigida por Billy Escobar Pérez, encontró responsabilidad de varios exfuncionarios de Avianca y un particular. La entidad de control decidió imponerles una multa, la razón detrás de la sanción fue fruto de una indagación relacionada por los manejos hechos por los involucrados durante su tiempo dentro de Fast Colombia (Viva Air), Avianca y Viva Airlines Perú S.A.C, periodo correspondiente a las fechas del 29 de abril de 2022 al 28 de diciembre de 2022. 

Cuando todo indicaba que la aerolínea Viva, que inició operaciones en Colombia en 2012, alcanzaría el éxito por ser la primera empresa con pasajes a bajo costo. El final resulto otro, en sus últimos días Viva necesitó el rescate de Avianca. Con el musculo financiero de la multinacional se tendría la forma de mantener los aviones de bajo costo en el aire y la empresa en tierra en funcionamiento.

Para materializar la unión, Avianca empezó a realizar movimientos, que serían ejecutados por sus empleados. Dos exdirectivos alternos de Avianca fueron los encargados de ser el puente entre Avianca y Viva.  El trabajo de ambos al final fue fatal.

Una movida que les salió mal

En 2022 Avianca sin permiso de la Aeronáutica Civil, que en esa época seguía las ordenes de Jair Orlando Fajardo Fajardo, compró las acciones de Viva Latinoamérica y Viva Air. Aunque, Avianca juró mantener la independencia de Viva porqué se estableció los accionistas no tendrían poder ni inferencia en las decisiones u operaciones de Viva. No fue el único evento notorio. 

Otro dato llamativo para los funcionarios de varias entidades fue la pertenencia de Declan Ryan, el dueño para la época de Viva Latinoamérica, a las juntas de Avianca. La integración nunca se completó, antes de la unión llegó el paro definitivo por parte de Viva. El 28 de febrero de 2023 la aerolínea presento cientos de quejas por incumplimiento de vuelos ya pagos, una consecuencia de haber cerrado sus operaciones.

El público no se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, pero la Superintendencia y la Aeronáutica civil pusieron la antena. No fueron las únicas entidades de control que quisieron averiguar qué paso.

Las investigaciones sobre Viva

Cuando los funcionarios de la Supersociedades miraron la historia de Viva Air encontraron acciones sospechosas. En primer lugar, se debía responder ¿quiénes eran los verdaderos jefes de la compañía? Y ¿bajo qué figura se controló la organización?  Las indagaciones terminaron mirando la historia de la empresa.

Viva fue un invento de William Shaw. Nació en México; pero fue Colombia el país que le abrió las puertas para poderse convertir en el exitoso empresario que sería la cabeza detrás de la creación de dos aerolíneas Viva Air y Ultra Air. Empresas que generaron mucha expectativa; no obstante, su camino y final no fue el mejor.

Shaw en 2008 logró fundar, junto con tres importantes empresarios como Juan Emilio Posada (expresidente de Aces y Avianca), Fred Jacobsen (expresidente de Tampa Cargo), y Gabriel Migowky (exfinanciero de Avianca), una aerolínea originalmente llamada Fast Colombia, luego Viva Colombia y que finalmente sería lo que hasta hace poco se conocía como Viva Air. En 2012 ya comenzaron las operaciones y el objetivo del mexicano era claro, competirle a Avianca. En 2017 se lanzó Viva Air Perú, una firma hermana de Viva que sería su primer paso dentro de la expansión de Latinoamérica.

En 2018, Shaw fue nombrado CEO de la aerolínea mexicana Interjet, lo que lo obligó a retirarse de Viva, pero su despedida del país no duraría mucho porque tan solo dos años después, ya a mediados de 2020, materializaría su obra maestra, Ultra Air.

En 2022, entre ambas lograron transportar a cerca de 7,5 millones de pasajeros. Pero el 2023 lo empezaron con la turbulencia que caracteriza la vida de su fundador. La situación financiera era insalvable y primero Viva en febrero y luego Ultra en marzo tuvieron que detener sus operaciones. Ninguna podía volar y cientos de pasajeros quedaron en tierra incapaces de cumplir con sus compromisos.

Para el caso de la aerolínea Viva se tenía la esperanza de lograr una integración con Avianca, que en 2022 tenía de director a Adrian Neuhauser, podía salvar la compañía.

Los resultados de las indagaciones sobre Viva

Para las entidades de gobierno se encontró que los exdirectores alternos de Avianca Enrique Luna, Julio Luis Caballero y el irlandés Howard Millar influyeron en Viva mediante dos negocios. Un detalle tanto Luna como Caballero fueron dos directores alternos de Avianca hasta noviembre de 2021. Los esperaban cargos de dirección en West Castle y Castlesouth.

Castlesouth es una firma de Reino Unido creada el 15 de diciembre de 2021 y West Castle se instauró en Islas Caimán, parte del protectorado de Reino Unido, el 2 de agosto de 2022. Las dos empresas adquirieron los derechos de Viva.  Aunque, Avianca se comprometió a mantener la independencia de Viva porqué se estableció los accionistas no tendrían injerencia en las decisiones u operaciones de Viva, pero en la práctica, según la Superintendencia no sucedió así. La renuncia de Luna y Caballero solo fue una forma de mantener las apariencias en la realidad seguirán sirviendo a Avianca.  

El 6 de marzo la Supersociedades determinó que Enrique Antonio Luna, Julio Luis Caballero y Michael Howard Millar, como consecuencia de su papel en Fast Colombia S.A.S (Viva Air), en liquidación, y Viva Airlines Perú S.A.C deben responder con una multa de $ 142.350.000.  Su utilización de intermediarios u herramientas gerenciales no los exime de sus acciones y por el contrario dejó al público expuesto a riesgos, como cuando Viva incumplió a sus clientes el 28 de febrero del 2023.

El resultado final fue catastrófico para los usuarios: en febrero incumple Viva y en marzo Ultra dejó de trabajar, sin olvidar las acusaciones de estafa por haber vendido tiquetes sin contar con la infraestructura necesaria y sabiendo que muy posiblemente no se pudieran realizar los vuelos. En conclusión, los dos sueños de William Shaw se desintegraron, en medio de quejas y lamentos del público.  

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