Trump cerró Voice of America y otras emisoras por críticas a su gobierno, desatando denuncias de censura y debilitando la libertad de prensa en EE.UU.
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Trump y su administración han silenciado la cadena radial Voice of America, la emisora internacional más antigua y financiada por los Estados Unidos, junto con otras 6 agencias de noticias por difundir pensamientos “anti-Trump”.
The voice of America (La Voz de América) es, o fue, una emisora internacional que proporcionaba noticias en más de 43 idiomas. Gestada en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, su primera transmisión sonó algo así: “Les hablaremos de América y la guerra. Las noticias pueden ser buenas o malas; siempre les diremos la verdad”.
A partir de ahí, su servicio periodístico nació con la intención de hacer llegar los sucesos más relevantes del mundo a lugares donde el acceso a la información era mínimo o a estados totalitarios como China, Corea del Norte, Rusia y Cuba, mismo servicio que estuvo financiado por el gobierno federal de los Estados Unidos, hasta este 14 de marzo.
La Casa Blanca, mediante su página oficial, notificó las razones de su decisión con una nota titulada “The Voice of Radical America” (La voz de la América Radical ). ¿Pero por qué adjetivar al medio periodístico de “radical”?
Cesar las transmisiones de VOA y de otros medios de comunicación como Radio Free
Europe y Radio TV Martí se dio a partir de la firma del presidente reelecto en una orden ejecutiva que recorta los fondos a la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM, por sus siglas en inglés), agencia independiente encargada de la transmisión de informaciones.
Para Trump y su administración, puntualmente VOA no cumple con los estándares
alineados a un correcto y ético trabajo periodístico. Como ejemplo, mencionaron un titular del año 2020 posterior a la muerte de la polémica muerte de George Floyd.
La nota se titula «¿Qué es el ‘privilegio blanco’ y a quién ayuda?» Fue señalado por la administración norte americana como muestra de que el medio promovía una agenda ideológica en lugar de informar de manera objetiva e imparcial. Sin embargo, el trasfondo del titular explica cómo este término se usa en debates sobre racismo y desigualdad, especialmente en el contexto del trato policial hacia diferentes razas.
VOA ha sido calificado como un medio de extremista izquierda y un difusor de propaganda radical meramente alejada de los ideales gubernamentales, siendo además criticado por el mandatario en varias ocasiones. Kari Lake, expresentadora de noticias de televisión, había sido anteriormente nombrada para dirigir el medio y dijo que “no hay mejor arma que la verdad, y creo que VOA podría ser esa arma”, durante un discurso dado en la Conferencia de Acción Política Conservadora.
Para Estados Unidos, estos medios de comunicación consumen grandes sumas del presupuesto público sin generar un impacto significativo. Al parecer, no significativo para el mismo gobierno.
Desmantelar a la USAGM bajo la justificación de recortar gastos del gobierno federal
simplemente, deja al descubierto una censura mediática en Estados Unidos, que por años se ha considerado baluarte de la libertad de expresión y libertad de prensa según la primera enmienda de su constitución, además de dejar en “baja administrativa” a más de 1,300 periodistas, directores y asistentes.
El cierre de los medios de comunicación en un país como Estados Unidos significa un retroceso en el proceso histórico de lucha por la libertad de prensa. El periodismo ha aprendido a desapegarse del control gubernamental y no está para la satisfacción de aquellos que rigen; está para ofrecer diversidad y veracidad en los sucesos y acontecimientos, aun si esto los descontenta al generar tensiones.
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