Los empresarios detrás de la iglesia cristiana diferente a las tradicionales; su fe guía a Falcao

Andrey Molina y Paula Arcila tenían 16 años cuando se conocieron en Casa sobre la Roca, la iglesia cristiana del pastor Darío Silva y su esposa Esther Lucía Ángel, la exreina de belleza y decoradora. Aparte de fieles, recursos, pastores y cultos, Casa sobre la Roca tiene a su alrededor un grupo de organizaciones que incluye una emisora (Casa Roca Radio), un programa de televisión (Hechos y Crónicas TV), una revista (Hechos y Crónicas), un colegio (Cambridge English School) y un canal de televisión (TV Red – Imagen Cristiana). Todo esto lo levantaron desde 1987 cuando fundaron la iglesia con 72 asistentes, antes de que se aprobara la Constitución de 1991, una época en la que no había libertad de cultos en Colombia y la Nación era católica, apostólica y romana. 

Paula Arcila llegó a Casa sobre la Roca cuando era apenas una niña. A su mamá le habían diagnosticado lupus, y Paula veía como se ahogada pues su sistema atacaba a su cuerpo y ya no retenía agua. Las probabilidades de que sobreviviera eran pocas. Vecinos de Paula que era fieles de la Casa de la Rosa, hacían cadenas de oración suplicando por la vida de su mamá. Ante todo pronóstico, las plegarias fueron escuchadas y se recuperó. Desde entonces, la fe en Paula floreció y las predicas del pastor Darío Silva se convirtieron en melodía para sus oídos.

l Le recomendamos: La poderosa esposa del pastor Darío Silva-Silva, el dueño de la iglesia la Casa sobre la Roca

La llegada de Andrey Molina a Casa de la Roca no fue por convicción, sino por obligación cuando su novia del colegio lo invitaba. Pero fue su adicción al fútbol que lo terminaría enganchando a esta iglesia cuando se enteró que el pastor de jóvenes era nadie menos que el exjugador Silvano Espíndola quien había llegado a jugar a Millonarios a comienzos de los años setenta, pero una lesión lo sacó del fútbol y terminó convertido en pastor. Fue el mismo Silvano Espíndola el responsable de convertir a Radamel Falcao, quien también asistía a Casa de la Roca, en una super estrella desde que lo llevó a jugar cuando apenas era un niño en el club Fair Play. 

Ver a Silvano Espíndola realizado como pastor, fue el motor para que Andrey Molina se interesara más por Casa sobre la Roca donde conoció a quien sería su siguiente novia: Paula. La vida de ambos giraba en torno a la iglesia pero, al mismo tiempo, ambos tenían carreras en ascenso. Paula era abogada de la Universidad del Rosario especialista en derecho financiero y contractual mientras que Andrey, administrador de empresas, había hecho un MBA en Estados Unidos y a pesar de las suplicas de su familia para que se quedara viviendo el sueño americano, él regresó a Colombia con un solo propósito: pedirle matrimonio a Paula.

Ante los ojos de la sociedad bogotana, eran una pareja exitosa. Ambos aterrizaron en el sector público durante el segundo gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe. En 2008, Andrey trabajaba con el Canciller Jaime Bermúdez que reemplazó a Fernando Araujo, quien estuvo seis años en poder de las Farc y fue nombrado por Uribe como Ministro de Relaciones Exteriores, dos meses después de su liberación.

l Le recomendamos: El secuestro que Fernando Araujo no le perdona a las Farc

Paula estaba cerca al Palacio de San Carlos. Ella trabajaba en el Ministerio de Cultura cuando María Consuelo Araujo era la jefa de la cartera. Trabajar en el gobierno era más que rentable para los recién casados, pero Andrey emprendió con lo que podría ser un negocio más lucrativo: una consultora para asesorar al Banco Mundial.

Todo marchaba bien para Andrey y Paula que también tuvieron dos hijos, pero sentían una necesidad de dar más en su comunidad desde Casa sobre la Roca, así fue como terminaron respondiendo al llamado del pastor Darío Silva quien les ofreció ser pastores de los jóvenes. Andrey vendió su participación a sus socios en su empresa que iba viento en popa y junto a su esposa Paula renunciaron a sus trabajos.

Ser pastores de los mil jóvenes de Casa sobre la Roca era como cualquier otro trabajo, pero más intenso. Debían estudiar, preparar cada palabra que fueran a pronunciar sobre esos adolescentes cuya fe empezaba a nacer en medio de una rebeldía frenética. El pastor Darío Silva tenía como política en Casa de la Rosa que sus pastores debían ganar buenos salarios, que para Andrey y Paula no estaban nada mal, y aunque no eran como los que tenían anteriormente, llegaban a fin de mes.

l Lea también: Las familias que manejan las iglesias cristianas más influyentes en Colombia

Aunque fueron buenos años, sintieron la necesidad de dar un vuelco de 180 grado, irse de Colombia y darse un nuevo aire. En 2013 agradecieron al pastor Darío Silva y a su esposa Esther Lucía Ángel y cerraron su ciclo en Casa de la Roca, para nunca volver. No se permitieron mirar atrás.

Estados Unidos era el país en el que querían vivir. Andrey tenía visa de trabajo por los años en los que había hecho su maestría, pero por azar terminaron en Ciudad de Panamá, no era Estados Unidos, pero era lo más parecido que tenían cerca a Colombia. Regresaron así a la rutinaria vida corporativa. Paula entró a trabajar en una compañía financiera donde la contrataron para ayudar a cerrar la empresa y Andrey volvió a dedicarse a asesorar empresas.

Empezaron de cero en Panamá, pero con una posición que les favorecía a nivel laboral. La buena racha económica se volvió a topar con ellos, pero seguían sintiendo que su propósito iba más allá de facturar En Ciudad de Panamá buscaron las iglesias cristianas a las que podían asistir uno que otro domingo. Allí las iglesias eran americanas y la comunidad era tan cerrada que en muchas de ellas solo se hablaba inglés, producto de la influencia norteamericana.

Pero la iglesia americana les gustaba a ambos. Tenía una mentalidad diferente a la latina que por lo general giraba alrededor de la figura carismática del líder, el pastor y cuando esa figura carismática cae en algún comportamiento, la gente pierde su fe. La iglesia americana sienta su precedente alrededor de una comunidad, más no de un líder.

Seducidos por esos valores cristianos, Paula y Andrey viajaron a Estados Unidos en 2019 a una conferencia de iglesias cristianas. Fue allí donde decidieron que su vocación no era mantenerse como empresarios, su vocación era enseñar y corresponderle al mundo a partir de su fe.

En noviembre de 2019, estaban decididos a devolverse a Bogotá. Crearía su propia iglesia, tenía algo claro y era que tenía que ser digital, algo en su interior les decía que la iglesia física desaparecería. Pero cuando empacaban maletas la pandemia se les cruzó. El 24 de junio de 2020 tomaron un vuelo humanitario en el que solo les permitían llevar una maleta por persona, la de Paula y Andrey y sus dos hijos. Cada uno empacó dos jeans, dos camisetas y dos pares de tenis. Regalaron su carro y todas sus pertenecías se las dieron a la mujer que les había ayudado durante tantos años cuidando de la casa y de sus hijos en Ciudad de Panamá.

Ya de vuelta en Bogotá, se acomodaron en un pequeño apartamento donde dormían en colchones en el piso y unas asoleadoras les hacía de comedor. Andrey siguió trabajando a distancia, en un intento por reunir un poco de dinero que les diera aire para lo que se venía con la creación de su iglesia que empezaba a funcionar desde la cuenta de Instagram de Andrey donde empezaron a transmitir en vivos en la sala de su apartamento, Andrey hacía la eucaristía y Paula grabada con cámaras y luces que apenas aprendía a usar.

En noviembre de 2020 radicaron los estatutos y documentos de su iglesia ante el Ministerio del Interior, es allí desde 1991 que funcionar Asuntos Religiosos que se encargada de otorgar a la personería jurídica a las iglesias, solo así se pueden organizar legalmente. Local Church fue el nombre que Paula escogió para la iglesia, un nombre extranjero, como se sentía cuando vivía en Panamá, nunca se sintieron como en casa. Y así querían hacer sentir a la gente, que se sintieran jugando de locales.

Local Church es una iglesia hibrida. Empezaron transmitiendo online, pero en abril de 2022, casi dos años después de que transmitieran su primera eucaristía online, se prepararon en el Teatro Libre de Chapinero para vivir su primera experiencia presencial. Llegaron 120 personas, más de lo que esperaban. Y así empezaron a reunir seguidores cada dos meses, aunque cada semana daban la eucaristía virtual. En Sogamoso tienen muchos seguidores y ya tienen a una pastora, su nombre es Yuri García. A ese pueblo de Boyacá llegaron por una pareja que empezaron a ver sus eucaristías en Instagram, y se les fue uniendo familia y vecinos.

Se mudaron al Astor Plaza en 2024, desde entonces cada domingo llegan alrededor de 300 personas, y es más de lo que alguna vez imaginaron podrían unir. A pesar de su pasado en Casa sobre la Roca, de allí solo llegaron dos parejas, entre esas está Radamael Falcao y su esposa desde hace quince años Lorelei Taróne quien es cantante de música cristiana, tiene 10 sencillos y un álbum de estudio. Ella hace parte de la producción musical de Local Church, siendo la banda en vivo uno de los fuertes de esta iglesia tanto virtual como presidencial.  

l Lea también: Los pastores cristianos que le hicieron el milagro al Tigre Falcao

En diciembre de 2024 Local Church organizó la obra de teatro El viaje de Tomás donde Lorelei Tarón, se encargó de la producción musical de la obra y El Tigre pidió actuar en la obra y así fue. En ese momento, su futuro en el Millonario era incierto y esa obra de teatro fue la despedida de la familia García Tarón a quien los pastores Paula y Andrey les agradecieron haber hecho parte de esa iglesia.  Sin embargo, el Falcao se quedó en Local Church cuando enero de este año llegó a un acuerdo con las directivas del equipo y le renovaron su estadía en Millonarios, al menos durante este primer periodo de 2025.

Andrey Molina y Paula Arcila han hecho de Local Church una iglesia que rompe estereotipos, y aunque su proposito no es llenar el Astor Plaza, hoy, desde la virtualidad y sumando las personas que llegan cada domingo a cumplirles la cita de forma presencial, ya son más de 958 fieles en Bogotá, Sogamoso y Panamá. No quieren ser de los tantos pastores que hoy figuran en Colombia como lideres poderosos omnipotentes, quieren ser ellos, dos empresarios que lo tuvieron todo y que por su convicción también lo dejaron todo para hacer de su fe, su casa: Local Church.

-.