De niño se paseaba por el Teatro Nacional; hoy, es uno de los actores más queridos de Colombia. Variel Sánchez ha enfrentado pérdidas, retos mentales y más
Ha soportado los golpes que la vida le ha dado y sigue sonriendo, mamando gallo a más no poder. Variel Sánchez nació en 1989 en la fría Bogotá, una ciudad que su familia siempre ha sabido hacer más cálida para él. Desde pequeño estuvo rodeado de arte —y cómo no, si proviene de un impresionante linaje actoral. Su abuelo es Omar Sánchez y su padre, Julio Sánchez Coccaro, dos figuras queridas y respetadas de la televisión colombiana.
Creció entre telones y camerinos del Teatro Nacional, donde —según él mismo ha contado— lo dejaba la ruta escolar. Aunque hacía sus tareas allí, también se paseaba entre bastidores, se aprendía los diálogos de las obras y observaba todo como una esponja. Parecía claro que Variel había heredado aquello que distinguió a su padre y a su abuelo: el talento innato para la actuación. Su primera aparición en televisión llegó a los cinco años, en una novela dirigida por Kepa Amuchastegui. Fue solo una escena, pero fue el inicio de todo.
Tras esa primera incursión, hizo parte del elenco de Jack, el despertador, una serie donde conoció a quien más adelante se convertiría en su esposa: Estefanía Godoy. En ese entonces, ella era su amor platónico. También participó en otros proyectos como Francisco el matemático, aunque su carrera aún no tomaba un rumbo definitivo. Hasta que en 2010, todo dio un giro.
El papel que lanzó al estrellato a Variel Sánchez
Aunque ya había estudiado actuación y sumaba experiencia, le faltaba ese personaje que lo impulsara con fuerza. Ese momento llegó con A mano limpia, una producción de RCN que fue un éxito rotundo. Variel, siendo aún joven, asumió uno de los roles protagónicos y su actuación sorprendió al país.

La consagración llegó en 2013, cuando interpretó uno de los personajes principales en El Paseo 3. Su carisma y versatilidad comenzaban a notarse. Luego vinieron otros proyectos exitosos, como Las hermanitas Calle, donde demostró que tenía lo necesario para continuar el legado de más de 100 años de los Sánchez en la televisión colombiana.


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Su carrera continuó en ascenso, con participaciones en series como Sobreviviendo a Escobar: Alias JJ o La ley secreta. En 2018, volvió a ganar notoriedad al ser uno de los participantes más queridos de MasterChef Celebrity. Poco después protagonizó Loquito por ti, una historia de amor, comedia y música que lo posicionó como uno de los actores más versátiles de su generación. Ya era una figura consolidada con premios como el India Catalina y el TVyNovelas en su vitrina.
Papeles desafiantes y una carrera en constante evolución
Después de eso, los personajes le siguieron llegando, cada uno con retos distintos. Variel participó en producciones como Pa’ quererte, Paraíso Blanco, Manes y su más reciente proyecto, Nuevo rico, nuevo pobre. Todos con personajes muy distintos entre sí, lo que le permitió demostrar su capacidad para transformarse y asumir retos actorales de gran nivel.
Pero no todo ha sido color de rosa para este talentoso bogotano.
Las pruebas que ha tenido que superar este actor
Aunque su carrera ha sido exitosa, la vida le ha presentado momentos difíciles. Mientras grababa MasterChef en 2018, su esposa, Estefanía Godoy, sufrió la pérdida de un bebé que esperaban. Fue un golpe muy duro para la pareja. A pesar del dolor, Variel se solidarizó con otras familias que han vivido lo mismo, enviándoles un mensaje de fuerza y empatía. Un verdadero tipazo, dentro y fuera del set.
Otro desafío ha sido su salud mental. En entrevista con Ómar Vásquez, el actor confesó que padece neurosis, una condición que le ha generado batallas internas. No obstante, ha buscado herramientas para sobrellevarla, como el yoga y la terapia, siempre con la intención de seguir adelante y mantener el equilibrio en su vida.
Un actor centrado que no se deja llevar por la fama
Hoy en día, Variel Sánchez vive fuera de la ciudad, junto a su esposa y sus dos hijos. Lejos del caos y el ritmo frenético del día a día, ha aprendido a valorar otras formas de riqueza: la familia, los amigos, los momentos de tranquilidad. Es consciente de que ser actor no lo hará millonario, pero eso no le quita el sueño. Porque para él, el verdadero éxito está en mantener los pies en la tierra, disfrutar lo que se hace y estar rodeado de amor.
Variel es, sin duda, un actor que ha sabido crecer sin perder su esencia. Un hombre que, a pesar de la fama, sigue siendo ese bogotano cálido, bromista y resiliente, que heredó el talento, pero también construyó su propio camino.
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