Es una de las mujeres en Colombia que ha hecho esta hazaña y fue su papá deportista quien desde niña la enseñó todo lo que sabe para romper este récord
En lo más alto del mundo, donde el aire es escaso y el frío literalmente entra en los huesos, una mujer colombiana se prepara para romper un récord en la historia del alpinismo nacional. La deportista bogotana Margarita María Moreno Muñoz, montañista y atleta de alto rendimiento, está a punto de enfrentar la expedición más exigente de su vida: alcanzar la cima del Monte Everest, el techo del planeta, a través de la legendaria ruta sur en Nepal. Aunque todo pronostica éxito porque ya conquistó 6 de las 7 cumbres del mundo.
Por eso no es solo una expedición más. De lograr su objetivo, Margarita se convertirá en la primera mujer colombiana en completar la subida de las Siete Cumbres, el desafío más emblemático del alpinismo internacional, que consiste en escalar la montaña más alta de cada uno de los siete continentes.
Un logro reservado para ‘súper humanos’ o deportistas verdaderamente resistentes, existen muchos que no lo han logrado y pocos que sí. Varias personas han logrado escalar las Siete Cumbres, incluyendo Kaamya Karthikeyan, Margarita Moreno, Marin Minamiya, Rosa Fernández, Thais Herrera, Patricia Soto y Juan Pablo Ruiz Soto. Richard Bass fue el primero en lograrlo.
¿Quién es la rola que ya subió 6 de las 7 cumbres mundiales?
Una bogotana de nacimiento, Margarita nació un 5 de diciembre de 1985. Desde pequeña, supo que su camino no sería convencional, de hecho, su formación como montañista no surgió de grandes patrocinios, fue autodidacta, guiada por la intuición y la disciplina. A lo largo de los años ha tejido una rutina de preparación que mezcla entrenamiento físico de alto nivel, tecnología de punta, técnicas de enfoque mental y una práctica espiritual que la mantiene, son esas cosas las que ella afirma la han llevado tan lejos.
Aunque también tiene otros pilares muy importantes, su vida ha estado profundamente marcada por la figura de su padre, un amante del deporte y la aventura que le enseñó a mirar el mundo con ojos curiosos. Fue él quien la impulsó a creer en la fuerza de su voluntad y a no temerle a lo desconocido. Ese legado paterno fue su motivación desde sus primeros ascensos hasta las expediciones más extremas, y es hoy el que impulsa cada paso que da.
Los logros y aventuras más impresionantes de esta deportista bogotana
A lo largo de su carrera, Margarita ha alcanzado seis de las siete cumbres del reto mundial. Ha coronado el Aconcagua en Sudamérica, el Denali en América del Norte, el Kilimanjaro en África, el Elbrus en Europa, el Vinson en la Antártida y la Pirámide Carstensz en Oceanía. Pero su exploración no se limita a las grandes alturas: también ha cruzado el Ártico en una travesía polar por Svalbard y ha participado en maratones y medias maratones alrededor del mundo, lo que le ha dado una identidad muy respetada como atleta integral.
Algunas de las leyendas que sigue y por las que hace montañismo son Reinhold Messner y Edurne Pasaban, y guiada también por corrientes filosóficas y espirituales, entiende la montaña como un espacio de transformación personal. “Más que conquistar montañas, lo que busco es encontrarme en ellas”, dice con mucha serenidad.
El próximo reto para completar las 7 joyas
El Everest, con sus imponentes 8.848 metros de altura, no es solo una cumbre geográfica, es un reto para sí misma. La ruta sur que eligió, es la misma que utilizaron Edmund Hillary y Tenzing Norgay en su histórica ascensión de 1953. Esta exige una preparación meticulosa, una capacidad física grande y muchos no lo saben, pero también una fortaleza emocional fuera de lo común.
En los próximos meses, Margarita iniciará su ascenso y sabe que, si llega a la cima, no solo se unirá a un grupo reducido de alpinistas que han completado las Siete Cumbres, sino que abrirá un nuevo horizonte para las mujeres, para Colombia y para América Latina. Pues la lista es muy reducida.
Ana María Giraldo, la alpinista colombiana que ya conquistó el Everest
A comienzos de la década de 2010, Ana María Giraldo se unió al Equipo 7 Cumbres Colombia con el sueño de plantar la bandera del país en las montañas más altas del mundo. Su preparación la llevó por distintas cumbres como el Aconcagua, el Elbrús y el Denali, y la culminación de ese primer ciclo llegó la noche del 23 de mayo de 2007, cuando, tras 42 días de expedición, inició el ascenso final al Everest. Al amanecer, Ana María se convirtió en una de las tres colombianas que ha llegado a la cima del mundo, junto a Katty Guzmán y Mónica Bernal, logrando un hito inolvidable para el deporte nacional.
La experiencia en el Everest no solo marcó su carrera, sino también su vida personal. En 2009, buscando reconectarse con su familia, decidió dejar Bogotá y regresar a Manizales. Allí se unió a Kumanday, la empresa de turismo de aventura fundada por su hermano, y años después se convirtió en socia. Con Kumanday, Ana María encontró una nueva forma de compartir su pasión por la naturaleza, guiando recorridos en bicicleta por los Andes centrales y liderando programas pedagógicos para estudiantes, transmitiendo su espíritu aventurero a nuevas generaciones.
En 2011, Ana María volvió a las montañas y alcanzó la cima del Kilimanjaro, completando la quinta de las siete cumbres más altas del planeta. Sin embargo, aún le faltaban el Vinson en la Antártida y el Carstensz en Oceanía. En 2012, después de casarse con Francisco Rivera, retomó su proyecto con el apoyo de su esposo, quien la animó a cerrar ese importante ciclo de su vida. Sin embargo, sus planes se pausaron en 2013 cuando supo que sería madre. Con la llegada de sus hijos, Simón y Rafael, comenzó una nueva etapa: la de escalar la montaña de la familia.
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