Catatumbo vive una grave crisis humanitaria: drones explosivos, minas y fuego cruzado dejan víctimas civiles mientras el Estado sigue ausente
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Ciento veinte días después de iniciarse la confrontación entre los grupos armados ilegales (FARC, y el ELN), continua la tragedia que padecen en silencio las víctimas de este horroroso conflicto, que se ha ensañado en contra de la población civil, en la región del Catatumbo.
Desde los confinamientos a comunidades enteras, la suspensión de clases en las escuelas rurales, el reclutamiento de niños, niñas, y adolescentes, la confrontación armada que deja en medio del fuego cruzado a la población civil, las desapariciones forzadas, los homicidios, los campos minados que destrozan hasta las esperanzas de quienes sufren la tragedia, hasta la utilización de Drones cargados con explosivos que han causado la muerte a civiles inocentes, que resguardados en sus casas, se han convertido en víctimas de esta atroz práctica llevada a cabo por parte de los grupos criminales, que se disputan a balas el dominio y el control territorial de la región.
Desde decretos especiales, hasta la fallida conmoción interior, de nada han servido los intentos del gobierno nacional para frenar los enfrentamientos salvajes que protagonizan los grupos ilegales, que no solo cobran la vida de los contendientes, sino que afectan directamente a la población civil, incurriendo en crímenes de guerra por los que alguien tendrá que responder, en un futuro no muy lejano.
Las minas antipersonales, esparcidas por los territorios donde hacen presencia los grupos armados, han empezado a cobrar las primeras víctimas de humildes labriegos que, en medio de sus faenas diarias de trabajo, caen sin prevención alguna en las letales trampas, que ubican los cobardes que han encontrado en la violencia la única forma de existir.
Pero como si no bastara con la barbarie de los tiros y las explosiones, los grupos irregulares han venido experimentando el desarrollo de la guerra moderna de manera artesanal, con la utilización de Drones cargados con explosivos, los cuales han hecho blanco sobre la población civil, con saldos trágicos que han cobrado la vida de varios habitantes de la región, situaciones que deberíamos condenar de manera enérgica como sociedad.
El pasado 15 de mayo de 2025, en medio de los enfrentamientos armados, que libran los grupos ilegales (ELN, disidencias de las Farc), en jurisdicción del municipio de Tibú, vereda 20 de julio, en donde resultó vilmente asesinado el niño Luis Antonio Aragón Vaca, de tan solo 12 años de edad, y su madre resultara herida de gravedad, por el estallido de un artefacto explosivo lanzado desde un Dron, lo que ha despertado el pronunciamiento de varios sectores sociales
Desde el pasado 16 de enero de 2025, cuando se inició la confrontación armada entre los grupos criminales del ELN, y las disidencias de las Farc, quienes han sumido a la región del Catatumbo en la peor crisis humanitaria experimentada en los últimos tiempos. A pesar de la amplia documentación sobre la tragedia, las víctimas viven con el temor, lo que les impide denunciar las violaciones de sus derechos fundamentales, ante el riesgo de estar expuestas, y la poca o nula presencia institucional en el territorio.
Un completo silencio vive las víctimas en el Catatumbo, ante el imperturbable temor que impone el ruido de los fusiles, y la amenaza que cuelgan sobre sus cabezas, por los drones cargados con explosivos que vuelan sin control alguno, como aves mensajeras de la muerte ante la incapacidad del Estado por mantener el orden.
Buscar la leña, arreglar la manguera, enviar a los niños a las escuelas, es cosa del pasado, hoy se vive ante el miedo y el silencio que imponen los violentos en esta tierra de nadie.
También le puede interesar:
-.
(function(d, s, id) {
var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0];
if (d.getElementById(id)) return;
js = d.createElement(s); js.id = id;
js.src = «//connect.facebook.net/en_GB/all.js#xfbml=1»;
fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);
}(document, ‘script’, ‘facebook-jssdk’));
!function(f,b,e,v,n,t,s)
{if(f.fbq)return;n=f.fbq=function(){n.callMethod?
n.callMethod.apply(n,arguments):n.queue.push(arguments)};
if(!f._fbq)f._fbq=n;n.push=n;n.loaded=!0;n.version=’2.0′;
n.queue=[];t=b.createElement(e);t.async=!0;
t.src=v;s=b.getElementsByTagName(e)[0];
s.parentNode.insertBefore(t,s)}(window, document,’script’,
‘https://connect.facebook.net/en_US/fbevents.js’);
fbq(‘init’, ‘446647882874276’);
fbq(‘track’, ‘PageView’);