El Papa Francisco se fue una semana antes de canonizar a Carlo Acutis quien murió de leucemia; será León XIV quien lo volverá el santo más joven de la iglesia
Carlo Acutis, empezó su camino a la santificación con yins, zapatillas Nike y chaqueta deportiva. Así está expuesto su cuerpo en Asís, donde pidió reposar. Tenía 15 años cuando murió de una leucemia agresiva en 2006, tan solo 14 años después fue beatificado, y el 27 de abril iba a ser canonizado por el papa Francisco, quien falleció 6 días antes. El primer santo milenial de la Iglesia católica, fue llamado por los medios “el influencer de Dios” o el Patrono de la web.
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Era un joven fanático de la informática y las redes sociales, como los demás de su la generación, algunos de los cuales iban a celebrar con Francisco el Jubileo de los Jóvenes el día que Carlo subiera a los altares en la ceremonia de las 10:30 en la Plaza de San Pedro. Ahora será el día que determine León XIV.

Carlo nació en Londres el 3 de mayo de 1991, donde sus padres, una familia de la alta burguesía de Turín, se habían trasladado por razón de trabajo. Pero de regreso a Italia, el chico desarrolló sus dos grandes pasiones en Milán: la informática y la fe. A los 7 años, poco después de realizar su primera comunión, dio muestras de su fuerte devoción religiosa. intentó asistir diariamente a la misa en la iglesia parroquial que quedaba frente a su escuela primaria en Milán, pues consideraba que era su «autopista al cielo».
Su ejemplo inspiró a sus padres a retomar la práctica del catolicismo y, según la Agencia Católica de Noticias, incluso llevó a su Rajesh, su servidor hindú a convertirse y pedir recibir los sacramentos.
Tenía un carácter fuerte, decidido y disfrutaba de “conectarse con el mundo” por Internet. Era un chico de su tiempo que en sus momentos libres jugaba a la Play Station con sus amigos, mientras que en el colegio –primero en el instituto de la plaza Tommaseo de las Hermanas Marcelinas y luego con los jesuitas en el Liceo León XIII– fue amigo de todos. Incluso los chicos no creyentes –recuerdan en sus escuelas– querían estar con él.
La lista de los milagros donde está Tumaco
Pronto empezó a ser reconocido dentro de las juventudes católicas, a través de un proyecto que creó sobre los temas religiosos, entre ellos un sitio en internet en el que recogía milagros relevantes, en una página web llamada “ la lista de lo milagros”. El pensaba que la evidencia de los milagros podía servir para convencer a la gente de que Jesús está presente hoy en día. Durante dos años y medio preparó una exposición internacional sobre milagros eucarísticos acompañada paneles para que se visite virtualmente los lugares donde ocurrieron. Fue exhibida por primera vez en 2005 y desde entonces, ha sido llevada a miles de parroquias alrededor del mundo. En esa lista hay un milagro colombiano: el tsunami de Tumaco


El milagro colombiano en la lista recuerda que 31 de enero de 1906 un terremoto de magnitud 8.5 se convirtió en tsunami y formó una ola de 5 metros de altura que hubiese arrasado a Tumaco, de no ser porque el sacerdote Gerardo Larrondo, ante el angustiado clamor de sus feligreses, corrió a la playa y, literalmente, derribó esa pared de agua dibujando una cruz en el aire con la Hostia Sagrada. “Milagro, milagro”, gritaron los tumaqueños. Desde ese día, cada año se recuerda el milagro de la ola, como lo reseñó el jovencito italiano, de quien tienen desde el pasado septiembre una reliquia en la Catedral.
Ahora es él uno que realiza los milagros para que la Congregación para las Causas de los Santos lo tome en cuenta en su ruta hacia los altares. El primero que lo llevó a la beatificación sucedió en 2013, cuando salvó la vida a un niño brasileño «con una rara anormalidad anatómica congénita” conocida como páncreas anular. El chico había nacido en 2010 en Campo Grande con una lesión que seccionaba el órgano en dos partes, por lo que teóricamente necesitaba una difícil cirugía. Su familia pidió a Acutis la sanación, y ante la oración de un sacerdote, el pequeño enfermo tocó un pedazo de piyama del muchacho en proceso de beatificación. Sin ser operado el chico brasileño se recuperó. Ese milagro, aceptado por la Iglesia, hizo a Carlo beato el 10 de octubre de 2020.
Un segundo milagro, necesario para la canonización, fue el de una joven que sobrevivió luego de sufrir un grave accidente de bicicleta. Valeria Valverde, nacida en Costa Rica estaba estudiando en Florencia desde 2018. En 2022 se cayó de su bicicleta mientras circulaba por una calle del centro de la ciudad. Sometida a una craneotomía para reducir la presión intracraneal, su situación era crítica y podía perder la vida en cualquier momento. La madre de Valeria, Liliana, fue en peregrinación el 8 de julio de 2022 hasta Asís y rezó ante el féretro de Carlo Acutis para que su hija se salvara. Ese mismo día, los médicos constataron que la joven volvió a respirar sin necesidad de asistencia. Al día siguiente Valeria recuperó la movilidad de sus miembros superiores y el habla.
Derecho al cielo


En el verano de 2006, durante unas vacaciones, Carlo Acutis preguntó una noche a su madre: «¿Tú crees que debo ser sacerdote?». Ella le respondió: Lo irás viendo tú solo. Dios mismo te lo irá desvelando». Pero Carlo enfermó de improviso. Pensaban que era una gripe, normal y corriente. Acababa de ultimar los detalles de una presentación audiovisual para los voluntarios de su colegio. Era un trabajo que le había llevado mucho tiempo y le apremiaba exponerlo. La fecha de la proyección era el 4 de octubre. No pudo estar presente. Fue internado de urgencia en el Hospital San Gerardo de Monza y, lo que parecía una gripe, era en realidad una leucemia fulminante.
Cuando supo que perdería la batalla contra su enfermedad, no se preocupó. «Estoy contento de morir porque he vivido mi vida sin malgastar ni un solo minuto de ella en cosas que no le gustan a Dios», escribió el cardenal Angelo Comastri, arcipreste emérito de la Basílica de San Pedro, en un prólogo de un libro dedicado al futuro santo.
Su mamá, Antonia Acutis, en una entrevista reciente, dio a conocer que cuando su hijo estaba muy enfermo, aproximadamente una semana antes de su muerte el 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar, ella soñó con San Francisco de Asís, santo de su devoción, y éste le dijo: “Tu hijo Carlo morirá muy pronto, pero será considerado muy alto en la Iglesia”. La predicción se está cumpliendo veinte años después.

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