¿Quién se quedó con la hacienda Nápoles, la joya más querida de Pablo Escobar?

Estuvo abandonada por años tras su incautación, pero desde que la empresa Aventura Nápoles la tiene en concesión, recibe 1 millón de visitantes al año

Entre hipopótamos, cebras, antílopes, elefantes, flamencos, jirafas, avestruces, tigres, leones, cocodrilos, aves exóticas y monos de diversas especies en el Magdalena Medio se emerge la imponente Hacienda Nápoles, una de las herencias del narcotráfico del capo paisa, Pablo Escobar. Era una de sus joyas queridas, utilizada para encuentros con la gran cúpula del narcotráfico, y a donde acudían políticos y empresarios para hacer cruces con los pesados delincuentes. Hay registro fotográfico de la presencia de políticos como Alberto Santofimio y divas como Virginia Vallejo frecuentando la hacienda.

Allí se gestaron decisiones macabras, como el asesinato de Luis Carlos Galán y la declaratoria de una guerra sin cuartel contra la extradición, que sembró dolor y muerte en todo el país. También fue en este lugar donde se planearon actos terroristas como el bombazo al avión de Avianca en 1989 y múltiples atentados contra jueces, periodistas y funcionarios del Estado. La Hacienda Nápoles no fue solo un símbolo del poder desmedido de Pablo Escobar, sino un verdadero centro de operaciones desde el cual se coordinó gran parte del terror que estremeció a Colombia durante los años 80 y 90.

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El Estado colombiano tomó control del predio y, luego de ser incautada, la Hacienda Nápoles pasó a ser gestionada por el Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen Organizado (Frisco), una entidad vinculada a la SAE que se encarga de  dar un uso social o productivo a los bienes que fueron propiedad de estructuras criminales.

Un globo de Petro que difícilmente puede hacerse realidad

En su reciente visita a Barrancabermeja, en el marco de un evento oficial de adjudicación de tierras por parte de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), así como en su más reciente Consejo de Ministros del 23 de mayo, Petro le ordenó a la ANT, liderada por Juan Felipe Harman, que entregara la Hacienda Nápoles a los campesinos víctimas del jefe del Cartel de Medellín. Su funcionario le dio a entender que ya estaban poniendo en marcha esa solicitud.

Esta atracción de 1.600 hectáreas, convertida en una de las joyas turísticas de Antioquia y reconocida por su historia cargada de misticismo, está ubicada en el municipio de Puerto Triunfo. Luego de varios reveses jurídicos y administrativos, la Hacienda Nápoles quedó bajo control total de la alcaldía local, después de que la Sociedad de Activos Especiales (SAE) cediera en 2020 el 50 % que aún gestionaba. Este antecedente marca el primer gran “pero” frente a la propuesta del presidente Gustavo Petro de entregar la finca a campesinos: legalmente, ya no es un bien disponible para adjudicación agraria.

Actualmente, el parque temático ubicado en la hacienda es operado por la empresa Aventura Nápoles S.A.S. mediante un contrato de concesión. Esto significa que no es propietaria del lugar, pero tiene a su cargo la administración de las instalaciones y servicios.

Además, la Hacienda Nápoles ha sido transformada en un parque temático que genera empleo y turismo en la región, con una inversión significativa por parte de operadores privados. Interrumpir este modelo de gestión público-privado, tal y como solicita el presidente Petro, no solo afectaría la economía local, sino que también podría desincentivar futuras alianzas entre el Estado y el sector privado para la recuperación de bienes incautados al narcotráfico.

Al año, la Hacienda recibe a más de 1 millón de turistas y es una fuente directa de trabajo en la región: 250 empleos directos y más de 1.000 empleos indirectos, beneficiando sectores como hotelería, transporte, comercio y servicios conexos.

El director Harman le dio pista a Petro para su nueva polémica iniciativa, pero la misma entidad que dirige ha sugerido que existen alternativas más viables para avanzar en la reforma agraria sin comprometer la estabilidad jurídica ni los recursos públicos. Así, la propuesta presidencial, aunque cargada de simbolismo, plantea dilemas serios para la institucionalidad: tensiones legales, efectos económicos negativos y un precedente incierto para la gestión de bienes recuperados del crimen.

De hecho, si se materializara la propuesta del Presidente, el Estado enfrentaría una millonaria demanda. Según documentos obtenidos por Bloomberg Línea, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) ha advertido que la Hacienda no puede ser adjudicada al campesinado debido a su actual vocación turística y a que su propiedad fue transferida legalmente al municipio de Puerto Triunfo en 2022, tras un proceso de extinción de dominio. Revocar esta entrega implicaría desconocer actos administrativos firmes y contratos vigentes, lo que abriría la puerta a litigios costosos para la Nación.

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