la frustración del exministro Diego Molano que dio pérdidas de 45 mil millones en 3 meses

Fue escogido entre pesos pesados, pero la estrategia de transformación digital —que llegó de la mano de un incremento de gastos— está lejos de dar buenas señales

El alcalde Carlos Fernando Galán celebró la llegada del exministro de las TIC durante el gobierno Santos, Diego Molano, a presidir la ETB a comienzos de este año. Dejaba su exitosa empresa de transformación digital en Washington y regresar al país. La misión: salvar a la ETB y trazarle un escenario a futuro para fusionarse o venderse.

Con el Plan de Transformación Digital propuesto por Molano, los costos de personal aumentaron en un 75 %, superando los $272 mil millones. A esto se sumó un alza de hasta el 127 % en gastos de mantenimiento y servicios públicos, mientras que los ingresos operacionales apenas alcanzaron los $1,47 billones. Aunque lleva solo seis meses en el cargo, la tendencia no muestra un cambio muy promisorio. Y el 2025 parece será un año de pérdidas, igual que los nueve años anteriores. El primer trimestre dejó un hueco financiero de $45 mil millones, mientras en el mismo período del año pasado éstas habían sido de $ 13 mil millones.

Sergio González, quien llegó a la presidencia de la ETB durante el gobierno de Claudia López, estuvo al frente de la empresa durante tres años. En 2022 dejó el cargo para asumir la presidencia del Grupo Keralty, donde solo permaneció un año y se retiró justo antes de la intervención de Colsanitas por parte del gobierno Petro. Durante su gestión no logró encaminar a la ETB, lo mismo que su sucesor, Alexis Javier Blanco, quien entregó la empresa a Molano con pérdidas por $88 mil millones en 2024.

La junta directiva de la ETB, históricamente compuesta por pesos pesados del sector empresarial —como Mario Pacheco—, ha intentado mantener a flote una compañía que arrastra una deuda superior a los $2 billones, incluyendo lo que le debe a la ciudad.

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 Felipe Molano, quien se ganó el cargo en franca lid, compitiendo con  reconocidos profesionales del sector , advirtió desde su llegada que la ETB no sería vendida. Sin embargo, dejó claro que su enfoque cambiaría: la empresa dejaría de ser un operador tradicional de telecomunicaciones para transformarse en  una compañía de Tecnología Digital.

La pérdida de espacio de ETB en el mercado durante los últimos 15 años es innegable. En 2010, bajo la alcaldía de Samuel Moreno, la empresa controlaba el 49 % del mercado de telefonía fija. En 2012, asumió la gerencia Saúl Katán durante la administración Petro, y desde entonces llegaron varios directivos en sintonía con los cambios en las alcaldías.

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Actualmente, ETB cuenta con solo el 8,64 % del mercado total, con una participación aún más reducida en telefonía móvil —apenas un 0,3 %— y el 6,5 % en líneas de hogar. Este año, la acción de la empresa cayó un 23,5 %, alcanzando un mínimo histórico de $52. Molano apuesta por diversificar el portafolio de servicios para asegurar la sostenibilidad a largo plazo, un cambio que requeriría reducción de costos, reorganización administrativa y la reubicación de talentos en áreas estratégicas, pero que aún no se ha concretado en el inicio de su gestión.

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