La economía popular y las estrategias de los bancos para impulsarla

Con tomas regionales, las entidades financieras lideradas por Asobancaria, otorgan créditos productivos preaprobados a personas, emprendedores y pequeños negocios

El 6 de septiembre de 2023, un año después de haber iniciado su mandato, el presidente Gustavo Petro habló por primera vez de economía popular ante 500 representantes de los principales bancos públicos y de desarrollo asistentes a la Cuarta Edición de la Cumbre Mundial de Bancos en Cartagena.

“Ese mundo vigilante, bullicioso, intenso, que se mueve todos los días por las calles, en las esquinas de las ciudades, del mundo rural donde se produce casi la totalidad de la alimentación del pueblo colombiano, es economía popular pura y simple”, explicó el presidente Petro en esa ocasión en la que les propuso a los banqueros fortalecer el financiamiento de la economía popular como herramienta de lucha contra la pobreza.

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A finales de 2023, es decir, unos meses después de la Cumbre Mundial de Bancos, Petro se encontró con un grupo de propietarios de grandes empresas del país en la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena de Indias al que asistieron Luis Carlos Sarmiento Angulo y su hijo Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, los mayores accionistas del Grupo Aval.

Producto de ese encuentro, nació una primera alianza entre el Gobierno y la banca que le dio vida a Misión La Guajira y después de esa experiencia de trabajo conjunto que generó confianza entre el sector público y privado, el 27 de agosto de 2024 se hizo realidad el Pacto por el Crédito entre el Gobierno Nacional y Asobancaria, representada por Jonathan Malagón. 

Los 39 banqueros firmantes del Pacto aceptaron incrementar la financiación y desembolsar $55 billones adicionales en préstamos a empresarios de sectores priorizados en el marco de la estrategia integral de reactivación económica del país.

La economía popular, como nombra el presidente Petro a la economía informal, fue uno de los cinco sectores priorizados junto con el de manufactura y transformación energética; agropecuario; vivienda e infraestructura y turismo.

Desde entonces, los banqueros pusieron manos a la obra para cumplir una meta mucho más ambiciosa de crecer 71 por ciento el desembolso de créditos en el sector de economía popular mientras que la meta para los otros sectores fue 27 %.

Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, ha dicho que la banca ha estado comprometida con la economía popular y trabaja día a día en las iniciativas que permiten profundizar el otorgamiento de créditos para ese sector, lo que implica un reto mayor porque como los préstamos son de montos pequeños ($ 8 millones), es más difícil alcanzar la meta en monto de desembolsos.    

Cómo están financiando los bancos la economía popular

Para cumplir las ambiciosas metas en materia de impulso a la economía popular, los banqueros han puesto en marcha varias estrategias como la coordinación público-privada con entidades del Gobierno Nacional como el Fondo Nacional de Garantías, Finagro, Findeter y Bancóldex para mitigar el riesgo crediticio y combinar redescuentos con el otorgamiento de garantías.

Otra de las estrategias además de reducir el riesgo crediticio es hacer más fácil el proceso para que los bancos puedan colocar créditos en la economía popular. Para lograrlo, Asobancaria, el Ministerio de Comercio y Prosperidad Social han creado algunas mesas de trabajo con el fin de identificar y focalizar personas, emprendimientos y pequeños negocios sujetos de este tipo de créditos.

Alejandro Vera, vicepresidente de Asobancaria, advierte que el trabajo realizado hasta el momento, avanza paso a paso porque los bancos están prestando la plata del ahorro de la gente, se debe verificar muy bien a quién se le desembolsa un crédito productivo, a qué tasas y plazos.

Las tomas regionales es otra de las estrategias puestas en marcha para facilitar el desembolso de créditos por parte de los bancos a la economía popular, idea que surgió del acompañamiento de Asobancaria a los bancos afiliados en las ferias para el microempresario, organizadas por la Banca de Oportunidades.

Ipiales, sede de la primera toma regional de las entidades financieras  

Las tomas regionales, en determinadas ciudades, se pensaron como un espacio donde se organiza un gran complejo de atención al usuario, con reuniones, charlas, presencia del Gobierno, los bancos privados y los empresarios en un encuentro cara a cara.

Asobancaria, con sus bancos afiliados, participó en la primera toma regional realizada en Ipiales el 26 de febrero de 2025. En el recorrido por la vereda San Juan Chicó, participaron también representantes de la Superfinanciera, liderada por César Ferrari; Bancolombia y la Fundación Bancolombia; Nequi, la Cámara de Comercio de Ipiales y Elévate Colombia.    

Los banqueros visitaron asociaciones de cultivadores, estuvieron en la calle y en un auditorio llevándole a la gente los productos y servicios financieros disponibles con información sobre cómo se pueden endeudar, cómo usar la tecnología y cómo educarse financieramente.

Un millar de personas asistieron y se desembolsaron un total de $ 1.105 millones en créditos preaprobados para 166 pequeños empresarios de la región durante esa jornada, después de que salieron bien librados en los reportes de las centrales de riesgo.

Al respecto, el vicepresidente de Asobancaria explicó que muchas veces a las personas les niegan los créditos o los productos financieros porque piden lo que no necesitan. Por ejemplo, solicitan un crédito comercial cuando lo que realmente requerían era un crédito de bajo monto que se puede conseguir digitalmente a través de una billetera que solicita menos requerimientos al cliente.

En este proceso de impulso a la economía popular, Asobancaria ha estrechado lazos con las mesas de tenderos del Caribe, Antioquia y Bogotá. Asimismo, ha iniciado diálogos con la Organización Popular de Vivienda, asociaciones agropecuarias en el sur y occidente del país. Algunas entidades financieras están haciendo un trabajo específico con plazas de mercado, otras concentran su presencia en Nariño, Chocó o La Guajira y siguen contando.

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