Fue Primera Dama como esposa de Julio Cesar Turbay, fundó Solidaridad por Colombia y no hubo Presidente del país que no le hiciera venia. Aún vive a sus 93 años
Doña Nydia Quintero siempre se mantuvo frente al timón. Fue ella quien mantuvo a flote a la familia en los momentos de gloria cuando su esposo y tío materno, Julio Cesar Turbay Ayala, llegó a la Presidencia en 1978 y atravesó los episodios más oscuros como fue el secuestro y posterior asesinato de su hija, la periodista Diana Turbay en 1991. Ahora con 93 años y después de trabajar desde 1975 hasta 2016 como presidenta de su Fundación Solidaridad por Colombia y haberse dedicado a preservar la influencia y el peso del apellido familiar, Doña Nydia vuelve a vivir un atentado más a su familia, esta vez, el que sufrió su nieto Miguel a manos de sicarios.
Siendo niño Miguel pasó mucho tiempo sin la presencia de su mamá Diana Turbay por la profesión que tenía de periodista, la misma que terminó arrebatándole la vida dejándolo a él huérfano a los cuatro años. Desde entonces fue doña Nydia quien se encargó de cuidar de él haciendo de la relación un vínculo inquebrantable entre abuela e hijo. Y se mantuvo así. Ella que había sufrido la guerra, aceptó el hecho de que su joven nieto se lanzara al Concejo de Bogotá en 2011 a sus 25 años.
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Doña Nydia Quintero fue una mujer moderna para su época, no escatimó cuando treinta años después de casarse, le solicitó el divorcio al expresidente Uribe Turbay en 1983, la separación oficial sería tres años después. No tuvo reparos en volverse a casar con el político vallecaucano Gustavo Balcázar quien fu Gobernador del Valle del Cauca, congresista durante más de treinta años en el Congreso.
Pero en 1991 doña Nydia si le temía a la furia de los extraditables que tenían en su poder a su hija Diana. Igualmente nunca bajó la guardia aunque después de cada súplica presidencial se iba con la sensación de que cualquier cosa podría ocurrir.
La Fundación que cuidó durante más de 40 años
En 1975, antes de que su entonces esposo llegara a la Presidencia de la República, doña Nydia al lado de su hija Diana inauguró la Fundación Solidaridad por Colombia. Cuando ella se convirtió en Primera Dama, la Fundación logró despegar gracias a su rol y a la Colombia profunda que recorrió, estando cerca de la gente, conociendo sus problemas. No quería únicamente presidir el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ella tenía en mente hacer cosas de peso convirtiéndose en una recordada Primera Dama de Colombia con gran vocación con la caminata a lo que ha convocado a los colombianos durante más de cuarenta años.

Desde la Fundación Solidaridad por Colombia, Nydia Quintero ha atendido 159 municipios, con el Programa de Ayudas a Damnificados por Desastres Naturalesn y ha entrado 27 mil becas para bachillerato con el programa ‘Jóvenes Solidarios’.
La relación con el expresidente Juan Manuel Santos y Nydia Quintero estuvo marcado por el Acuerdo de Paz. En 2016, dio un paso al costado y le entregó la dirección de la Fundación a su nieta María Carolina Hoyos había trabajado en los gobiernos de turno. Durante el Gobierno de Ernesto Samper fue secretaria privada de los Ministros de Comunicaciones. Posteriormente, fue asesora del Comando General de las Fuerzas Armadas y en 2002 fue directora de la Corporación Gustavo Matamoros en el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez mientras que Juan Manuel Santos era ministro de Defensa.


Juan Manuel Santos luego la nombró cuando llegó a la Casa de Nariño en el cargo de Viceministra General de las TIC de Colombia desde 2010 hasta 2016.


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A pesar de retirarse oficialmente de la luz pública en 2016, Nydia Quintero nunca dejó de mantenerse activa con una agenda movida encabezada por la política, pero sobre todo por su familia, en especial Miguel Uribe Turbay, su único nieto que escogió seguir los pasos de su abuelo, el expresidente Julio Cesar Turbay. A sus 93 años revive el episodio de su hija Diana, esta vez, es su hijo quien se debate entre la vida y la muerte en un hospital después de un atentado que tiene en vilo a todo un país, como sucedió en 1991.

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