Este bello municipio ha conseguido dos récords Guinness, destaca por sus paisajes y la experiencia que ofrece de preparar su tan antiguo manjar
Historia, gastronomía, paisajes imponentes y mucho más se puede encontrar cuando se visita Boyacá. Este departamento se ha convertido en uno de los destinos turísticos por excelencia, debido a todo lo que tiene por ofrecer. Aunque muchos de sus atractivos son ampliamente conocidos, existen otros rincones que aún no tienen el reconocimiento que merecen. Por ejemplo, hay un destino llamado Guayatá, un pueblo de Boyacá con múltiples encantos y que, además, no está muy lejos de Bogotá. Puede ser uno de esos destinos mágicos ideales para visitar durante los festivos, las vacaciones de mitad de año o, simplemente, en cualquier momento del año.
Arquitectura colonial y más: todo lo que ofrece Guayatá, este pueblo de Boyacá
Este municipio, que poco a poco ha empezado a posicionarse como un atractivo turístico en el país, ofrece una gran variedad de actividades y paisajes para sus visitantes. Por ejemplo, es posible recorrer sus múltiples senderos ecológicos, donde se encuentran cascadas cristalinas y un bello y antiguo puente que suma encanto al paisaje. Sus calles empedradas, junto con la imponente iglesia del centro y el parque principal, son postales imperdibles. En este último, los turistas pueden apreciar diversos monumentos que representan la identidad y la historia de este pueblo boyacense.

Además, una de las experiencias más enriquecedoras al visitar Guayatá es conocer de primera mano técnicas artesanales que han perdurado por generaciones, como la elaboración de canastos hechos a mano. Estas prácticas, transmitidas de familia en familia, enriquecen el recorrido y conectan al visitante con la tradición local. Otro punto de interés es el museo de La Identidad Guayatuna, un espacio dedicado a preservar y compartir la historia y costumbres del municipio.
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Curiosamente, este pequeño pueblo de Boyacá ha sido escenario de dos récords Guinness: uno por el mango más grande del mundo y otro por haber logrado el tapete de flores más largo del planeta. Estos reconocimientos han puesto a Guayatá en el mapa, atrayendo cada vez más visitantes que buscan descubrir sus particularidades.
Pero estos logros son apenas una parte de todo lo que ofrece Guayatá. A su riqueza arquitectónica y sus paisajes majestuosos, se suma uno de sus mayores tesoros gastronómicos: las famosas mogollas.
Las mogollas, un tesoro gastronómico de más de 100 años
La preparación de estas mogollas es un verdadero símbolo de identidad para Guayatá. Su receta, cuidadosamente conservada por más de un siglo, sigue conquistando a todos los visitantes que prueban este delicioso manjar. Además, los turistas pueden vivir una experiencia única al ser parte activa del proceso de elaboración, bajo la guía de familias y maestros panaderos que han dedicado su vida a este oficio.
Lo que más llama la atención de este producto es su preparación artesanal: el uso de hornos de leña, el cuidado en la fermentación y el relleno tradicional de bocadillo hacen de estas mogollas un bocado inigualable. Aunque es posible encontrarlas en varios establecimientos del municipio, nada se compara con el sabor de una mogolla recién hecha, elaborada por el propio visitante durante su estadía.
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