El Gobernador de Córdoba es el encargado de ejecutar la orden impartida por el Procurador que aún no se materializa, por algo la visita no fue oficial sino privada
Una visita del Alcalde de Montelíbano y cabeza de un poderoso clan político familiar, Gabriel Calle Demoya, ha convertido en blanco de suspicacias al gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta Bechara.
El alcalde, cuya suspensión fue ordenada el 3 de julio por el procurador general de la Nación, Gregorio Eljach, por intervención en política, llegó a la casa del mandatario departamental, en la calle 70 del barrio El Recreo de Montería, este miércoles 4 de junio a las dos de la tarde.
La llegada de Gabriel Calle a la casa del gobernador Erasmo Zuleta, en compañía de un miembro de su esquema de seguridad, fue fotografiada por un periodista que pasaba en su carro por el sector. Las suspicacias han sido alimentadas por el hecho de que, transcurrida una semana, la orden de suspensión de Calle, que se suponía de carácter perentorio, no se había hecho efectiva.
La ejecución de la orden preventiva del Ministerio Público está legalmente a cargo del gobernador Zuleta, quien debe expedir un decreto designando al sucesor provisional de Calle. Según dirigentes políticos regionales, los Calle siempre le han inspirado un temor reverencial a los mandatarios cordobeses por el poder que despliegan en todos los ámbitos de la administración pública.
Como lo muestra un video revelado la primera semana de junio por Las2orillas, el alcalde Calle Demoya dijo en plaza pública que, pese a la detención de su hijo, Gabriel Calle Aguas, expresidente de la Cámara, su movimiento conseguirá no menos de tres curules en las próximas elecciones parlamentarias.
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Inicialmente, el Alcalde de Montalíbano había anunciado que tomaría unas vacaciones y dejaría en su lugar a Paul Duque, secretario del Interior, pero tras la decisión del procurador Gregorio Eljach se empieza a mover para evitar a toda costa la suspensión que aún no se ha materializado.


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