el cineasta caleño que revolucionó la mirada de una generación

Un día como hoy del año 1949 nació Luis Ospina, uno de los cineastas más brillantes de los últimos tiempos. Fundó Caliwood y revolucionó el cine colombiano

Transcurría la segunda mitad del año 1969 y en una granja en New York se realizaría el festival Woodstock, un evento cultural y musical que transformaría no solo a las generaciones gringas de la época, sino también a las latinoamericanas. Se estima que al evento asistió casi medio millón de personas, todos convocados por una causa en común, rechazar el establecimiento y la guerra.

La entrada al festival solo costaba 18 dólares, se presupuestaba que llegaran 18.000 personas, no obstante, la dichosa fiesta libertina generó tanta conmoción en los jóvenes, que la cifra se multiplicó por cientos de miles, que llegaron y se empezaron a colar, para poder entrar. Aquella monumental fiesta se vio atravesada por unas lluvias tan intensas como las jornadas enteras de sexo, drogas y alcohol que estaban teniendo aquellos muchachos de la época. Al final de cuentas, resultó siendo esta gran orgía a cielo abierto en medio de un barrizal con rock de fondo, lo que marcaría un antes y un después en la vida de generaciones enteras.

A 3.800 km de distancia, en una ciudad con un clima tan acogedor como sus habitantes, un estudiante de derecho adaptaría en una vieja casona familiar, un lugar donde se reuniría un movimiento artístico que marcaría una huella imborrable para la historia de Colombia. La casa fue bautizada Ciudad Solar, como haciendo una metáfora de un refugio creativo en medio del caos urbano, allí vivían una cantidad de muchachos de todas las edades que, influenciados por el movimiento hippie del momento, convirtieron la libertad en un estilo de vida.

Con el tiempo, los nombres de estos muchachos empezaron a resonar entre las galerías de arte, en el voz a voz de los artistas, hasta llegar al punto de algunos que consiguieron dejar sus nombres en los anaqueles de la historia cultural de Colombia, como lo fue el caso con personajes como Andrés Caicedo, Carlos Mayolo y Luis Ospina.

Un día como hoy, en el año 1949, nació Luis Ospina en la ciudad de Cali, tal como cuenta en su documental autobiográfico «Todo comenzó por el fin», su padre fue quien le sembró el gusto por el cine. Puesto que, era un tipo al que no solo le gustaba hacer filmaciones de todo lo que pudiera, sino que también, exhibía, en un garaje improvisado de la casa, películas de Hollywood que alquilaba para el entretenimiento de su familia y de los vecinos.

Recién cumplidos los 18 años, Ospina se va para Estados Unidos a hacer sus estudios en cine, era un momento en el que el ánimo de los movimientos estudiantes y obreros se encontraba bastante agitado, como muestra de esto, el mítico ‘mayo del 68’ y otros sucesos sociales muy convulsionados a los que el cineasta caleño nunca fue ajeno, más bien todo lo contrario.

En 1974, Ospina regresa a Colombia, era la época del cine club, en el 71 Andrés Caicedo había fundado El Cine Club de Cali, un sitio que Ospina empezó a frecuentar con bastante regularidad, tanto así que, en una de sus tantas idas a ver películas, consigue conocer a Caicedo. Cuenta el cineasta que cuando se conoció con Andrés Caicedo, este quedó impresionado, pues según le dijo, nunca había conocido a nadie que hubiese visto más películas que él.

La pasión por el cine hizo que sus lazos se fueran estrechando cada vez más, no solo entre ellos dos, sino también con otra cantidad de artistas caleños con los que fundaron la revista Ojo al Cine, la cual ubicaba su punto de redacción y de administración en la casa de los papás de Ospina. Que, a su vez, sería la base de lo que se consolidó como Caliwood, un legendario grupo de artistas, salidos casi todos de Ciudad Solar, que revolucionaria toda la onda cultural de los 70s.

Los integrantes de Caliwood hicieron de la fiesta, del descontrol y del libertinaje una filosofía de vida. Entre baretos, pases, hongos, alcohol y mucho sexo, estos jóvenes artistas revolucionaron el arte colombiano. Para muestra de un botón se encuentra Carlos Mayolo, un completo genio al que no le gustaba usar calzoncillos y se desenguayababa con vodka y un bareto. Por su parte, se estima que Ospina dirigió más de 34 películas entre cortometrajes, largometrajes, y reconocía que su género favorito era el documental.

No obstante, la juventud es como una bella flor que solo se abre un día ante el sol, y los años para los rebeldes de Caliwood les fueron cobrando la cuenta de una por una de las faenas de locura y desenfreno. Cuando Luis Ospina empezó a realizar el documental «Todo comenzó con el fin» le fue descubierto un cáncer que lo llevaría a la muerte en el año 2019. En el documental, Luis Ospina no hace un recuento de la decadencia de la ciudad de Cali, sino la suya. Con valentía y humor se ríe hasta de la muerte de lo que fue la vida de quien se sabe una leyenda.

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