Petro propone millonarias compras en aviones de guerra, como antes lo hizo Duque. Ambos mandatarios coinciden en gasto bélico, pese a sus diferencias
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A raíz de un informe de auditoría de la Contraloría General sobre el arsenal de las FFMM donde encontró que miles de municiones y granadas están vencidas con grave peligro para las tropas en caso de ser utilizadas, pero lo más grave, que miles de armas, entre las que se encuentran fusiles, ametralladoras, granadas, pistolas e inclusive morteros, están desaparecidas, el presidente Petro ordenó la renovación y actualización total del armamento de las FFMM incluyendo tecnologías de punta. ¿Tendrá cómo hacerlo?
La compra de aviones de guerra
Hace algunos meses, también anunció su interés en la compra a Suecia de aviones de guerra marca SAAB por un valor mayor a los USD 4.000 millones, sin armamento, casi $ 17 billones de pesos. Con armamento cuestan mucho más.
Estos aviones no se necesitan, pues Colombia no enfrenta ninguna amenaza externa a su soberanía, así como tampoco somos una amenaza para nuestros vecinos. Así que no hay una razón militar, de seguridad o soberanía que justifique el gasto.
Siendo Duque presidente, también anunció la compra de aviones de guerra pero no la concretó. Por entonces, marzo de 2021, Petro se opuso, afirmando: “La compra de aviones en medio de una crisis como la que vivimos, es el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante. No entiendo un país que pueda aplaudir que no se usen los recursos para salvar la vida y, en cambio, sí en instrumentos para bombardear niños”. Dijo, a su vez, qué si Duque cerraba alguna negociación, él la anularía.
Estas aeronaves tienen un sentido estratégico: es decir, atacar blancos lejanos importantes del enemigo como hidroeléctricas, refinerías, puertos, puentes, vías de comunicación y aeropuertos, entre otros. A su vez, tiene la misión de impedir que aviones enemigos hagan lo mismo en nuestro país. Entonces, no teniendo amenazas certeras a nuestra soberanía nacional, esta compra de aviones de guerra es innecesaria. Es de anotar que Venezuela tiene 24 naves SUKHOI Su-30mk2, el doble de las que planea adquirir el gobierno de Petro, y están pensando adquirir más, lo que significa que tan solo 12 bombarderos no serán de gran ayuda en caso de un conflicto.
El problema militar de Colombia es el conflicto interno y estos aviones no tienen mucha utilidad para ello. En cambio, los helicópteros son un armamento indispensable. Y hay más de 70 helicópteros norteamericanos sin mantenimiento, en tierra, por la suspensión de la ayuda militar de EE. UU. a nuestro país, calculada en más de USD 400 millones. ¿No sería más urgente, vista la escalada terrorista, poner estas naves en condiciones de operar? Esgrimir el argumento que se van a comprar nuevos aviones de combate simplemente porque los Kfir ya están muy viejos y caducó su vida útil, no tiene sustento militar.
Costo de las compras
El costo de la flota de aviones SAAB supera los USD 4.000 millones sin armamento, unos $17 billones aproximadamente. Y si bien no se conoce aún el costo de la renovación y actualización con tecnología de punta del arsenal de las FFMM, debe superar con creces la cifra de los aviones, teniendo en cuenta que Colombia tiene más de 450.000 hombres en armas entre las FFMM y de Policía.
¿De dónde saldrá la plata?
La reforma tributaria aprobada hace dos años le aportó al Gobierno $12 billones y ahora le fue negada otra por $12 billones también, supuestamente para financiar parte del déficit fiscal que se calcula en $ 50 billones. Entonces, ¿de dónde saldrá la plata que se necesita para hacer estas compras? El presupuesto del Ministerio de Defensa para 2024 fue de $ 52,8 billones y el de 2025 de $ 61.1 billones, los cuales se utilizan en un 90 % para gastos de funcionamiento, especialmente nómina (tenemos aproximadamente 450.000 hombres en armas) y solo el 10 % se dedica a inversión. La gran pregunta es ¿de dónde saldrá el dinero para la compra de todo este material de guerra? El Presidente Petro dice que comprometerán vigencias futuras. Gastar las vigencias futuras es calmar el hambre de hoy por mucha más hambre mañana.
Porcentaje del PIB
Colombia dedica el 3.4 % a gastos de defensa, mientras Brasil invierte el 1 %, Venezuela el 0,5 %, Ecuador, 3.6 %, Panamá el 0 % y no hay información disponible sobre Nicaragua. Como se observa, los gastos militares de Colombia respecto al PIB, son los más altos del vecindario, tan solo superado por Ecuador, pero que tiene un presupuesto general mucho menor, por lo que la inversión que planea el Gobierno colombiano en manera alguna se justifica.
¿Estamos ante una carrera armamentista?
Si se define como carrera armamentista la competencia entre dos o más países por lograr una supremacía militar, no sería correcto afirmar que Gustavo Petro nos esté metiendo en una. Pero sí es incoherente y contradictorio que quien se autoproclama como el presidente de la paz y de la vida, esté pensando en incurrir en gastos para la guerra y la muerte, especialmente cuando siendo senador de la República se opuso a los mismos gastos. Sobre todo, teniendo en cuenta que el gran déficit fiscal que afronta el Gobierno lo tiene incumpliendo, incluso sus programas sociales más importantes y con los gastos en la salud de los colombianos.
El 13 de marzo de 1949, en su artículo, Servir al pueblo, Mao Tse Tung expresó: Menos, pero mejores tropas, y una administración más simple, acogiendo una sugerencia del ciudadano Li Ting-ming quien no era miembro del Partido Comunista, a propósito del gran tamaño del Ejército Popular Chino.
¿No podríamos hacer lo mismo en Colombia y ejecutar nuestros gastos e inversiones militares con más eficiencia y eficacia, en concordancia con nuestra realidad?
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