Los edificios incautados por la SAE vueltos burdeles y residencias en el peligroso barrio Santafé

Incautados a la mafia, estos edificios entre fueron usados como expendios en la zona de tolerancia que la directora Amelia Pérez no ha podido recuperar

Una mujer negra con trusa de látex camina en tacones plateados en el parqueadero del edificio esquinero de la Carrera 15 con 22 en el barrio Santafé de Bogotá mientras pide $30.000 a los interesados que desde la calle la observan. Tiene prohibido salir a la calle, pero sus clientes son desde empresarios, jíbaros hasta borrachos quienes interesados en la oferta suben a alguna de las habitaciones de los tres pisos de este edificio que es atendido por un administrador extranjero, de nacionalidad venezolana, quien ofrece las piezas por $50.000 a los transeúntes interesados en la mujer o a quienes deseen dormir en la clandestinidad del Santafé.

Este edificio es uno de los cuatro predios en el barrio Santafé que la Sociedad de Activos Especiales (SAE) ha recogido en su batalla por quitarle negocios turbios a bandas criminales que mandaban como reyes, aplicándoles extinción de dominio, una cruzada que se intensificó con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia.

Cuando Daniel Rojas, el hoy Ministro de Educación y uno de los alfiles de Petro, se sentó en la dirección de la SAE en agosto de 2022, lo primero que hizo fue realizar un  inventario de bienes incautados a narcotraficantes y su potencial económico tanto en las ciudades como en el campo para aprovecharlos, como hizo con varios inmuebles en buen estado que le entregó a universidades. Pero también ubicó los nombres de los llamados beneficiarios en la mayoría de casos, entregados discrecionalmente, casi a dedo por las administraciones de la SAE, anteriormente Dirección Nacional de Estupefacientes que se convirtió en un fortín político y un nido de corrupción que mandó a la cárcel a reconocidos políticos como Carlos Albornoz quien fue condenado a casi 20 años de prisión y a pagar una multa por $5.500 millones por corrupción en el manejo de los bienes incautados.

cúpula que estuvo comprometida terminó detenida y a raíz de esto el gobierno Santos ordenó la liquidación de la entidad en el 2011 y fue nombrada la economista María Mercedes Perry como agente liquidadora, una tarea que aún no concluye definitivamente. 

Se creó entonces la SAE, pero ningún Gobierno le había dado tantos dientes como el que le dio el Plan de Desarrollo de Gustavo Petro para ser utilizada una herramienta para recaudar recursos y también tierras para el programa de la Reforma Agraria e incautar bienes antes de concluir definitivamente los procesos judiciales. Una tarea que puso en marcha su primer director Daniel Rojas y que ha continuado su sucesora Amelia Pérez. El barrio Santafé ha sido uno de los lugares que se le ha puesto la lupa, aprovechando este sector para desmantelar lugares claves para las bandas criminales y mantenerlos bajo vigilancia una vez se les hizo extinción de dominio y se puso a disposición de quienes los rescataron alquilándolos poniéndolos a funcionar como burdeles, bares, discotecas, paga diarios y residencia, los únicos negocios que se mueven en el barrio Santafé de Bogotá.

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Mientras que este edificio fue arrendado para hacer de hotel y su parqueadero es usado como vitrina de mujeres que buscan ganarse la vida cambiando sexo por dinero, hay otro edificio ubicado a una cuadra en la Carrera 15 con 23, también incautado por la SAE, que hoy es arrendado exclusivamente para exhibir mujeres desnudas, otras más recatadas que usan biquinis, mayas, encajes y las que prefieren disfrazarse cubriendo su rostro. Allí las mujeres son más y las ofertas abundan, por eso venden su cuerpo desde los $20.000 en adelante, que varía de acuerdo al servicio que el cliente escoja.

El edificio de ladrillo tiene tres pisos que mantienen siempre sus ventanas abiertas, buscando así que el aire circule al interior de las piezas que son arrendadas por horas a clientes que llegan en carros de lujo, moto, en patineta y hasta bicicleta. Este edificio se encuentra en la Carrera 15 dedicada exclusivamente a este negocio. Y es que fue en el año 2002 cuando Antanas Mockus, entonces Alcalde de Bogotá, declaró al barrio Santafé: Zona Especial de Servicios de Alto Impacto.

A una cuadra, en la Carrera 16 con 23-49 se encuentra la discoteca que en el pasado se llamaba Full Night, en español La Noche Completa. El letrero está cayéndose mientras el lugar se mantiene oscuro sin inquilinos. La SAE aún no consigue quien quiera traer de regreso las noches Full Night que en el pasado mantenía lleno de gente en las noches, nada como bares y discotecas para facturas en el Santafé donde también hay peluquerías, zapaterías, lavanderías, restaurantes y almacenes de ropa, pero no son tan rentables como estos lugares:

En la Carrera con 16 se encuentra un edificio de tres pisos a medio caerse. Este por el contrario si encontró interesados en alquilarlo que lo convirtieron en una residencia, así se conocen a las habitaciones que visitantes y turistas que pasean por el barrio Santafé pagan desde $25.000 pesos para pasar el rato o pasar la noche después de una noche de rumba y tragos.

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La SAE en cabeza de Amelia Pérez sigue con un gran inventario de bienes urbanos en todas las ciudades de Colombia que aún no consigue subastar y darles buenos usos por procesos judiciales y las características de las construcciones levantadas por los narcos que terminan finalmente convertidos en elefantes blancos, tugurios o centros de expendio de drogas o desechos urbanos como puede estar ocurriendo con los del Barrio Santa Fe.

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