La finca Los Acantilados localizada en la orilla del rio Don Diego estaba desde hace 20 años en manos del Estado, pero entrará a formar parte del resguardo Katanzama
Pasaron casi treinta años para que los indígenas arhuacos de la Sierra Nevada recuperaran el predio Los Acantilados que les quitó el narcotraficante Diego León Montoya, cuando decidió construir una mansión en plena Sierra y con vista al mar y al río Don Diego, cerca a Palomino. El narco se adueñó de la tierra a sangre y fuego.
A Diego León Montoya lo conocían como El Señor de la Guerra o Don Diego, y llegó a ser el jefe máximo del Cartel del Norte del Valle en alianza con Joaquín “El Chapo” Guzmán. A medida que hizo una fortuna que superaba los $200.000 millones, fue comprando bienes por $1.2 billones por todo el país, siendo la Costa Caribe su destino preferido, fueron120 entre mansiones, apartamentos de lujos, oficinas, lotes y locales comerciales que Don Diego puso a nombre de familiares, esposos y esposas de estos, y mujeres que el Estado le incautó en 2007 cuando fue capturado.
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La finca que Diego Montoya bautizó Los Acantilados tenía una extensión de 227 hectáreas y con acceso directo al mar y a río Don Diego. Cuando el narcotraficante se quedó con este predio, también se vieron afectadas familias arhuacas del resguardo iKatanzama a quienes despojó de su tierra y territorio ancestral. Durante los cinco años en el que se convirtió uno de los diez hombres más buscados del mundo por la DEA, la CIA y el FBI, hizo de Los Acantilados su escondite. En el 2007 con Juan Manuel Santos como Ministro de defensa en el gobierno Uribe, el capo fue capturado en otras de su propiedad en Zarzal al norte del Valle del Cauca gracias a la delación de un informante que suministró la ubicación exacta del predio.
Los Acantilados regresó ahora a manos de sus dueños ancestrales el resguardo Katanzama cuya aérea pudo ser ampliada con estas 227 hectáreas que entregó la Agencia Nacional de Tierras (ANT) en cabeza de Felipe Harmann. El acceso al mar les permite a reconectarse con su tierra sagrada. Esta es primero de los predios que se les devuelve a los indígenas de la Serra, no así a los del Cauca, quienes han sido beneficiados de otras devoluciones de tierra, habiendo sido esto una de las promesas de campaña del Presidente Petro.
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