Un proyecto colombiano liderado por Fixit que reconecta a los mayores con sus familias llegó al prestigioso festival SilverEco en Cannes
A veces, las conversaciones que no se dicen pesan más que las palabras que se pronuncian. Y justo ahí, en ese silencio emocional que tantos adultos mayores han cargado por años, nace “Palabras Pendientes”, una estrategia de innovación social desarrollada en Colombia para volver a conectar a las personas mayores con sus seres queridos. Su impacto fue tan profundo que cruzó el océano y fue reconocida como la única nominada latinoamericana en el prestigioso SilverEco & Ageing Well International Festival, celebrado en Cannes en 2025.
La iniciativa fue desarrollada por Fixit, el Instituto de la Conversación, Fundación Sesana y el Centro Comercial Parque La Colina, con el fin de contar historias, vidas y emociones. Su enfoque no fue solo visibilizar a los adultos mayores, sino generar espacios reales de escucha, perdón y conversación. El eje central fue invitar a que familias enteras se reencontraran con sus mayores no desde el deber, sino desde las historias que nunca se dijeron, las preguntas que se postergaron y los afectos que el tiempo dejó en pausa.
Cuando la salud también es emocional
El éxito de “Palabras Pendientes” radicó en su capacidad de tocar fibras sin caer en lo sentimentalista. A través de una serie de piezas audiovisuales reales, íntimas y sin guion, se mostraban escenas donde padres, madres, abuelos o tíos recibían la visita —y las palabras— que llevaban esperando años. En muchas de ellas, los protagonistas ni siquiera sabían que serían filmados: lo que se buscaba era capturar la emoción genuina del reencuentro, del perdón o del simple “gracias por lo que hiciste”.
Estas piezas no solo circularon en redes sociales. Allí, más que campañas, se abrieron espacios seguros donde se repetía la experiencia. La estrategia se complementó con mensajes clave sobre la soledad no deseada y su impacto en la salud física y mental, algo que hasta entonces había sido poco abordado por las políticas públicas.
Que haya sido reconocida en Cannes, en un festival que destaca iniciativas globales orientadas al bienestar y envejecimiento digno, confirma que Colombia puede liderar no solo desde lo técnico, sino desde la empatía aplicada. No se trató de una pieza publicitaria bien hecha: fue un puente emocional con efectos tangibles.
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