Los 1.000 colombianos presos condenados por terrorismo, narcotráfico, homicidio, abuso sexual, hurto y secuestro el Presidente Noboa no quiere saber de ellos
El pasado viernes 25 de julio de 2025, el Gobierno ecuatoriano a través del ministerio del interior
en cabeza del Ministro John Reimberg, inició de forma unilateral el proceso de deportación de
1.000 presos colombianos que se encontraban en las distintas cárceles del país purgando penas
hasta de 10 años por delitos como el terrorismo, narcotráfico, tráfico de drogas y armas,
receptación, homicidios, abuso sexual y hurto.
El Ministro del Interior de Ecuador John Reimberg dijo que, los 1.000 presos colombianos, que
están siendo deportados hacia Colombia, los cuales cumplían penas en las distintas cárceles del
país vecino, tienen prohibido ingresar a ese país durante los próximos 40 años. Aseguro el
funcionario que, no permitirán que el terror cruce sus fronteras y se instale en sus calles, señaló
que dicha acción hace parte de su política interna de cero Tolerancia con el crimen organizado y
quienes atenten contra la seguridad, no tienen cabida en Ecuador dijo, al iniciar el proceso de
deportación de los primeros 700 reos colombianos.
Algunos de estos internos, ya estaban a punto de cumplir sus penas y otros condenados a 10 años
de prisión, estaban empezando a saldar sus cuentas con la justicia ecuatoriana por los delitos
cometidos y apenas tenían uno o dos años encarcelados. Por su parte la Cancillería colombiana en
cabeza de la Canciller encargada Rosa Villavicencio sobre el tema dijo que, el Gobierno de Ecuador
había iniciado de forma unilateral el proceso de deportación de los presos colombianos.
De acuerdo con lo manifestado por la funcionaria, las autoridades ecuatorianas iniciaron el
proceso de repatriación sin haber diseñado un protocolo, impidiendo la plena identificación de los
ciudadanos colombianos, la verificación de su situación jurídica, con lo cual se incumplió con las
normas básicas del derecho internacional humanitario que, prohíbe las deportaciones masivas.
Ante esta situación al Gobierno colombiano le toco trasladar personal de la cancillería, el
Ministerio del Interior y Migración Colombia para el recibimiento e identificación de los 700
connacionales.
Esta acción tensionó la relación entre los dos países vecinos, mientras que, el
presidente Daniel Novoa defendió la medida asegurando que, es legítima, necesaria e importante
para su Gobierno, hubo un apego a los procedimientos legales y siempre hubo un contacto con la
Cancillería colombiana firmó el mandatario ecuatoriano. Mientras que, el presidente Gustavo
Petro Calificó la situación como un acto indignante de parte del Gobierno ecuatoriano.
La mayoría de estos reos que fueron dejados en libertad por el Gobierno ecuatoriano el pasado fin
de semana en el puente Rumichaca frontera con Colombia unos 700 en total, al parecer fueron a
parar a la cárcel de Villa nueva de Jamundí en el Valle del Cauca cuyo Director es el señor Raúl
Alberto Villada, quien tuvo a su cargo semejante chicharrón de recibir y albergar a tantos
presuntos delincuentes.
La cárcel de Villa nueva, hace parte del complejo carcelario y penitenciario con alta y mediana
seguridad del Municipio de Jamundí, también conocido con el nombre de COJAM, del que también
hacen parte la cárcel alta y mediana seguridad de Palmira, la cárcel de Popayán, la cárcel de Tuluá,
puerto Tejada, Caicedonia, Buga, Buenaventura, la Unión, Cartago entre otras y tiene capacidad
para 900 internos, pero ha llegado a tener una sobrepoblación del 200% es decir cerca de unos
6.000 presos.
Cabe anotar que, al parecer en mayo de 2024, la procuraduría general de la nación abrió un
proceso investigativo disciplinario en contra del director de la cárcel Raúl Alberto Villada, tras
haber sido denunciado de permitir la entrada y el manejo de más de 100 kilos de droga y otros
elementos prohibidos al penal de alta y mediana seguridad de Jamundí. Las denuncias fueron
instauradas por personal de la misma institución penitenciaria por las presuntas irregularidades
cometidas dentro del centro carcelario.
Mientras que el chicharrón de los 1.000 presos colombianos, también recae sobre el nuevo
Ministro del interior Luis Eduardo Montealegre quien tendrá que darle solución al problema de
hacinamiento que se produce en estos momentos en la cárcel de Villanueva a donde llegaron los
700 presos colombianos deportados desde Ecuador, por decisión del gobierno del presidente
Daniel Novoa para descongestionar las cárceles de su país, ocupadas por internos extranjeros como los colombianos y venezolanos.
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