La decisión del presidente, Gustavo Petro, de suspender los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tomada tras los recientes crímenes de guerra cometidos por el grupo armado en la región del Catatumbo, generó este viernes diversas reacciones a nivel nacional.
La violencia en la zona, que habría cobrado la vida de más de 30 personas y causado desplazamientos masivos, obligó al mandatario a poner fin a las negociaciones, una medida que, aunque lamentada por algunos, ha sido vista como necesaria dada la gravedad de los hechos ocurridos.
En declaraciones, Otty Patiño, alto comisionado para la Paz, calificó la decisión como “triste, pero necesaria”. Explicó que el ELN ha priorizado mantener su influencia en la región fronteriza, lo que ha dificultado los avances en las negociaciones.
«Son decisiones del ELN, ellos tienen como objetivo tratar de mantener el control fronterizo colombo-venezolano», destacó Patiño.
El senador Antonio Correa también reaccionó a la medida, señalando que el gobierno tiene la intención de alcanzar la paz, pero lamentó que el ELN haya cerrado las puertas al diálogo.
«El Gobierno debe ahora llegar con toda la inversión social al Catatumbo, una arremetida de programas sociales y económicos para esta región», afirmó, haciendo énfasis en proyectos como la construcción de universidades, hospitales y la sustitución de cultivos ilícitos en la región más afectada por el conflicto.
Por otro lado, la senadora del Pacto Histórico, Martha Peralta, mostró su apoyo a la suspensión, haciendo un llamado a la firmeza contra los grupos armados.
«A los grupos que no tienen voluntad de paz, les debe caer todo el peso de las FFMM», dijo, señalando que la situación en el Catatumbo es una guerra impulsada por el narcotráfico y no una lucha política.
León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación, lamentó que el ELN haya llevado al Gobierno a tomar esta decisión y pidió al grupo guerrillero que rectifique su postura para avanzar hacia un acuerdo definitivo.
“Es lamentable que el ELN haya forzado al presidente Petro a suspender las negociaciones de paz, es urgente que esta guerrilla rectifique su camino y se disponga a firmar un acuerdo definitivo con el primer gobierno de izquierdas del país”, señaló Valencia.
La directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Laura Sarabia, calificó la suspensión de los diálogos como «una decisión difícil pero correcta».
«Es imperativo que los grupos armados demuestren una real voluntad de paz y cese la violencia que tanto dolor ha causado al pueblo colombiano», aseguró.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, también se pronunció en contra del ELN, calificando las acciones del grupo en el Catatumbo como crímenes de guerra inexcusables.
“El gobierno no puede seguir sentado en una mesa de negociaciones con ellos. Son unos bárbaros», afirmó, subrayando que las instituciones del Estado responderán ante estos ataques.
La oposición opinó
La congresista del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, criticó la política de paz total y aseguró que la decisión de suspender los diálogos con el ELN es un «acto de desesperación».
«¿Hasta cuándo vamos a seguir jugando con la vida de los colombianos? El ELN solo entiende el uso de la fuerza», expresó, reiterando la postura de su partido de combatir con dureza a los grupos armados ilegales.
El representante a la Cámara por Bogotá, Andrés Forero, del Centro Democrático, expresó en X su desconcierto por la promesa incumplida de Petro, quien había asegurado que en tres meses acabaría con el ELN.
«¿Y qué pasó con su promesa de campaña, Presidente?», cuestionó, criticando la gestión del mandatario en cuanto a su trato con los grupos criminales.
Por su parte, el representante Jose Jaime Uscátegui instó al presidente Petro a suspender los diálogos y asumir su responsabilidad.
«Presidente, suspenda los diálogos, pero también asuma su responsabilidad. Prometió acabar con el ELN en 3 meses y solo vimos cómo se fortalecieron gracias a su permisividad», subrayó.
«Mientras que en las mesas de negociación se logró el cese bilateral, una vez se congelaron las negociaciones con el ELN, la problemática se intensificó», señaló el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, quien consideró que la estrategia de paz del Gobierno está fracasando.
Ante la gravedad de la situación, el Gobernador hizo un llamado urgente al Gobierno para intervenir en la región y garantizar la seguridad de la población civil.
«La situación en el departamento de Norte de Santander es angustiosa y requerimos una intervención urgente por parte del Gobierno», afirmó e insistió en la necesidad de avanzar en el proceso de paz con hechos concretos.
La respuesta del Gobierno
El senador Iván Cepeda, del Pacto Histórico, quien forma parte de la delegación del Gobierno en los diálogos de paz con el ELN, explicó en rueda de prensa que la situación en el Catatumbo obligó al presidente Petro a suspender las negociaciones.
«El ELN está cometiendo crímenes de guerra, asesinando a civiles inermes, líderes sociales y firmantes de paz», afirmó Cepeda.
Aseguró que los ataques recientes confirmaron la falta de disposición del ELN para llegar a un acuerdo de paz y subrayó que, dada la magnitud de los hechos, «no es posible continuar con las conversaciones mientras persisten estos actos de barbarie».
La jefa negociadora del Gobierno, Vera Grabe, también expresó su consternación por la suspensión de los diálogos, aunque subrayó que esta decisión era inevitable dado el contexto de violencia desatada por el ELN.
Grabe detalló que el Gobierno había estado trabajando durante meses para reactivar la mesa de negociaciones, pero la ofensiva del ELN «ha hecho imposible continuar».
«Estábamos ultimando detalles para la próxima reunión, pero este brote de violencia ya estaba cantado. Era algo que se sabía que podría suceder», agregó.
La funcionaria calificó de «extrema gravedad» los crímenes cometidos por el ELN en la región, especialmente el asesinato de personas «en total indefensión», lo que, según ella, demuestra «la falta de ética y humanidad del grupo».
Grabe también destacó que el Gobierno había hecho todo lo posible para mantener el proceso en marcha, pero advirtió que el país «no aguanta más» este tipo de violencia.
«Lo que está ocurriendo en el Catatumbo es un reflejo de lo que pasa cuando un grupo armado, en lugar de optar por la paz, elige seguir sembrando el terror en las comunidades más vulnerables», subrayó, pidiendo que el ELN reflexione sobre su actitud y «deje de lado las armas para pensar en el futuro de Colombia».
/Colprensa
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