El Festival del Caimán Cienaguero terminó exitosamente anoche con la elección de las danzas ganadoras este año, en las categorías de Caimán Popular y Proyección, las cuales recibieron los aplausos del público que se dio cita en Ciénaga, Magdalena, para ver su talento y alegría en la tarima del barrio Miramar.
En la final estuvieron participando en los citados concursos, Fusión Caimanera, Nueva Generación, Los del Sur, Caimán Futurista y Juventud Tobíense, todas sin excepción lo dieron todo en el escenario.
Y sin duda alguna, el mejor premio que se llevan los participantes son los elogios y aplausos del público que les siguieron los pasos desde cuando comenzaron las eliminatorias en Coliseo para verlos danzar al ritmo de los versos del Caimán Cienaguero.
Como es tradición en estos concursos, el jurado calificador tuvo en cuenta diferentes aspectos para entregar la puntuación que merecían las danzas que ocuparon los primeros lugares, que hasta el cierre de esta edición se definía el nombre de los ganadores.
Las danzas participantes lucieron hermosos vestuarios llenos de mucho color, algo muy característico en el Festival Nacional del Caimán Cienaguero.
La danza del Caimán, tiene sus raíces en la tradición oral, con las fábulas y mitos que surgieron alrededor de una historia de pueblo a comienzos del siglo XIX: en el vecino puerto de Cachimbero, cuando un caimán de la ciénaga se comió a Tomasita Bujato, una niña, hija de pescadores, en la fecha en que festejaba su cumpleaños, un 20 de enero, Día de San Sebastián, fecha que desde la época de la Colonia era considerada inicio del Carnaval.
Y por ello, es tradición que los bailarines canten a todo pulmón: «Hoy Día de San Sebastián cumple años Tomasita y este maldito animal se ha comido a mijitica! Mi hijita linda, ¿Dónde está tu hermana? ¡el Caimán se la comió!»
TÉCNICAS DE LA DANZA
La danza del caimán se baila en círculos individual o por parejas, y uno de los miembros del grupo se pasea de un lado a otro como si fuera el caimán.
Tanto hombres como mujeres marcan el ritmo con palmas, hombros y pies, mientras se mueven ligeramente en filas paralelas, mientras que el personaje del caimán se balancea en el centro.
Y en determinado momento de la celebración, el baile se suspende para que improvisadores populares entonen versos a la vida, la mujer, la región, alternados con el coro: “El caimán se la llevó, el caimán se la comió…”.
Según expertos en el tema, durante la danza del caimán, los danzantes trazan un juego coreográfico en torno a este episodio y su icono central es la figura del caimán.
En la danza, simulan que al Caimán lo siguen y encierran los pescadores del pueblo. Hombres y mujeres avanzan bailando con paso suave y ligero, mientras ellas mueven los hombros. El baile se detiene para dar paso a los versos y a la escenificación de los padres de Tomasita cuando preguntan por la niña.
La danza evoluciona en círculos y por parejas, en tanto que el portador del caimán se pasea de aquí para allá con sugestivos gestos y marcada satisfacción, dando a entender maliciosamente cuál fue el destino de Tomasita.
Las leyendas siempre han formado parte de la vida cotidiana de los pueblos y especialmente en la región Caribe colombiana, a través de un lenguaje mágico, se expresan con gran espiritualidad e imaginación aspectos importantes de la realidad que nos rodea.
Estos relatos son transformados por la creencia e imaginación popular en fantásticas narraciones de carácter oral, lo cual le da vida al Festival del Caimán Cienaguero cada mes de enero como es tradición.
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