En una apuesta decidida por el desarrollo sostenible y el fortalecimiento de las comunidades indígenas, se llevó a cabo una serie de talleres participativos con el pueblo arhuaco en Nabusímake, territorio conocido como la tierra donde nace el sol.
Estas actividades fueron lideradas por el investigador Luis Fernando Gómez en el marco del proyecto -Vinculación de tecnologías con enfoque en seguridad alimentaria y agricultura ecológica en pueblos ancestrales de la Sierra Nevada de Santa Marta, mediante la integración de actores rurales territoriales para la innovación.
Asimismo, la investigadora Clara Viviana Rúa apoyó el desarrollo de estos espacios y lideró un taller interactivo con mujeres artesanas, en el marco de la evaluación de la calidad de la lana asociada al proyecto -Banco de Germoplasma Animal Ovino – BGO-, liderado por el Centro de Investigación Obonuco.
Estas iniciativas impulsadas por la Corporación colombiana de investigación agropecuaria, Agrosavia, a través del Centro de Investigación Motilonia, contaron con el respaldo del asistente de investigación étnico Ekile Miguel Torres, quien facilitó el diálogo intercultural entre la comunidad y los investigadores.
La estrategia de Agrosavia se encuentra alineada con la política pública del gobierno nacional, a través del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, en la cual se pretende contribuir a la conservación de los sistemas agroalimentarios tradicionales de este pueblo ancestral de la mano con la Ciencia.
PLANIFICACIÓN Y SOSTENIBILIDAD AGROPECUARIA
El primer taller se enfocó en la planificación predial participativa, contando con la presencia de docentes y directivos del Centro Indígena de Educación Diversificada (CIED), padres de familia, productores y productoras indígenas, así como representantes de la Escuela de Peñumuke. Durante la jornada se realizó un reconocimiento del territorio, se identificaron los principales sistemas productivos y se visitaron zonas estratégicas para el establecimiento de parcelas demostrativas de forrajes destinados a la alimentación animal.
De acuerdo con el investigador Luis Fernando Gómez, “a través de este ejercicio participativo, utilizando la metodología DOFA y la cartografía social, se identificó la importancia de gestionar el recurso hídrico para su uso en ganadería y agricultura. Asimismo, se evidenció la necesidad de estudiar a profundidad el suelo y sus características para conocer su estado actual y proponer mejoras.
Para ello, se tomaron muestras de suelo que serán analizadas en los laboratorios de AGROSAVIA, con el aval de las autoridades indígenas locales. Estos estudios permitirán diseñar estrategias adaptadas a las condiciones socioecológicas del territorio, optimizando la productividad de los cultivos y garantizando el equilibrio natural y los medios de vida de la comunidad”.
CALIDAD DE LA LANA Y EL ARTE DEL TEJIDO
El segundo taller, de carácter dinámico y participativo, se centró en la calidad de la lana, un recurso de profundo significado cultural para la mujer Arhuaca, símbolo de su tradición y cosmovisión. Esta jornada permitió analizar el proceso de transformación de la lana desde su obtención hasta la elaboración de mochilas, pasando por el lavado de la fibra, hilado, “torchado” y tejido del “chipire”, base fundamental de las mochilas Arhuacas. Además, se evaluó de manera interactiva la calidad de la lana del Banco de Germoplasma Ovino (BGO) de Agrosavia, rescatando y valorando los conocimientos ancestrales transmitidos de generación en generación.
La investigadora Clara Viviana Rúa enfatizó que “con el fortalecimiento de las actividades productivas de las mujeres indígenas, entregamos una muestra de un kilogramo de lana de las razas ovinas criollas blanca y mora, conservadas en el Centro de Investigación Obonuco, en Pasto (Nariño), con el propósito de evaluar su calidad desde un enfoque que combine el conocimiento tradicional con el técnico-científico”.
Rúa destacó que esta no es la primera articulación con el Pueblo Arhuaco en Nabusímake. “En 2024, logramos un primer acercamiento con ASOCIT, organización de autoridades Arhuacas, en conjunto con el líder Yesid Seykundivey y el profesional Terun Mestre. En esa oportunidad identificamos que una de las líneas clave de trabajo con Agrosavia es el pastoreo extensivo de ovinos lanares en áreas de conservación, como el Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta. Esta actividad requiere fortalecimiento con un enfoque de ganadería sostenible, garantizando la preservación del ecosistema y el impulso de la producción artesanal, que no solo genera ingresos para las mujeres Arhuacas, sino que también es un pilar esencial en la conservación de su identidad cultural”.
Acceder a estos territorios, caracterizados por su lejanía y difícil acceso, representa un desafío que han asumido las instituciones con la democratización de la ciencia.
Las acciones desarrolladas en Nabusímake forman parte de una estrategia más amplia que Agrosavia ha venido implementando en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde el diálogo de saberes entre la ciencia y la tradición ha permitido la construcción de soluciones agropecuarias sostenibles y adaptadas a las necesidades de los pueblos indígenas.
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