La tragedia familiar que volvió a Efraín Cepeda un político capaz de acorralar a Petro

De política no se hablaba en la mesa de los Cepeda Sarabia. El señor Efraín Cepeda Rodado era un hombre de negocios. A sus hijos: Efraín, Jairo, Alberto, Álvaro y Fernando los había graduado como abogados, médicos y economistas de reconocidas universidades a medida que se hacía una respetada reputación en Barranquilla donde todo aquel que buscaba comprar o vender su vivienda, lo buscaba. Efraín Cepeda Rodado era un vendedor nato que además de invertir en inmuebles, se había hecho un lugar entre los ganaderos de la región. Su regla de oro era no meterse en política.

Su hijo mayor Efraín José abrió el camino y sin ser un hombre rico, su padre lo mandó a estudiar Ingeniería de Industrias a la Universidad Los Andes en Bogotá. Quería prepararlo para que fuera él quien continuara con el patrimonio que durante años había amasado en su empresa Cepeda & Cí.

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Efraín José siguió con lo construido por su papá en Barranquilla. A medida que se relacionaba con en el sector empresarial se abría camino como dirigente gremial. En 1980 fundó Cepeda & Compañía S.A, su primer negocio propio y empezó a ganar habilidad para enriquecer los negocios con su liderazgo regional y terminó en cargos decisivos como la junta directiva de Fedelonjas, cuyo capítulo departamental fundó con su papá, y alcanzó la presidencia del Comité Intergremial del Atlántico.

Mientras Efraín José seguía la senda trazada, su hermano menor Jairo desobedeció la regla de oro de no meterse en política. Había estudiado Derecho en la Universidad Javeriana y empezó abrirse camino en el sector público en la dirección de Fenalco a donde llegó antes de cumplir los treinta años. Jairo Cepeda Sarabia conoció a quien se convertiría en su padrino político, el senador conservador Abel Francisco Carbonell Vergara, una referencia política en el Costa, quien había sido Alcalde de Barranquilla (1968-1971) y Gobernador del Atlántico (1980-1982).

Abel Francisco Carbonell, o Abelito como lo llamaban en La Arenosa, veía en Jairo Cepeda el indicado para llevar las banderas del Partido Conservador, pero sobretodo del Pastranismo, el sector liderado por expresidente Misael Pastrana. Era tal la confianza de Carbonell en Jairo Cepeda a quien nombró Director de la Superintendencia de Sociedades y lo dejaba como Gobernador encargado del Atlántico cada vez que se ausentaba. Por ello cuando le ofreció el cargo de gerente de la Empresa Municipal de Teléfonos, el joven de apenas 32 años aceptó sin pensarlo y entró a reemplazar a Eduardo Verano de la Rosa.

Pero lo que Jairo Cepeda encontró en la Empresa de Teléfonos fue diferente al arranque con el que quería despegar su carrera. La empresa tenía una deuda de mil millones de pesos y era controlada por políticos con ansias de mantener cuotas burocráticas. Jairo Cepeda se sintió presionado y se sumergió en la depresión. No volvió al Club, ni a las fiestas o eventos sociales tan frecuentados por la familia Cepeda Sarabia.

El 18 marzo de 1986 era martes. Ese día la junta directiva de la Empresa de Teléfonos tomó por sorpresa a Jairo Cepeda: le pidieron la renuncia. No consiguió siquiera el respaldo de Pedro Claver Doria, copartidario suyo en el Partido Conservador, Jairo Cepeda se defendió de las acusaciones de sus colegas que lo culpaban de la crisis que atravesaba la compañía y de la que no era el responsable.

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Al día siguiente, Jairo Cepeda se encontró con su nombre en la primera plana del periódico La Libertad acompañado del título El gerente al que le quedó grande la empresa. Minutos después se encerró en la biblioteca de la familia y se disparó un tiro en la sien. Jairo Cepeda no murió, pero nunca salió del coma.

El día de su funeral en la Catedral Metropolitana de Barranquilla, ante diez mil personas, Efraín Cepeda tomó un micrófono y por primera vez se comprometió a erradicar la “corrupción y deshonestidad que estaba invadiendo todos los ramos de la administración pública”. Así arrancó su vida política.  La muerte de Jairo no sería en vano.

Fincho Cepeda se decide por la política

Al igual que su hermano Jairo, se acercó a Abelito Carbonell y no se negó cuando el senador conservador le propuso hacer parte de la Nueva Fuerza Democrática, el naciente movimiento que Andrés Pastrana, hijo del expresidente Misael Pastrana estaba armando a comienzos de 1990. Recién había terminado su período como alcalde de Bogotá en 1990 y ahora buscaba proyectarse nacionalmente.

Andrés Pastrana quería rostros nuevos, líderes gremiales con reconocimiento empresarial. Efraín Cepeda fue la mejor opción para el Atlántico, como lo fuera Claudia Blum en el Valle del Cauca, Jorge Hernández en Santander, Fernando Araujo en Bolívar o Eduardo Pizano en Bogotá.

En 1991 Efraín Cepeda cambió la empresa familiar por el Congreso. La lista al Senado encabezada por el mismo Andrés Pastrana sacó nueve senadores con más de 400 mil votos, uno de ellos era Efraín Cepeda. La Nueva Fuerza Democrática se convirtió en la tercera fuerza más votada.

Efraín Cepeda se convirtió en el hombre de confianza de Andrés Pastrana y el principal dirigente de la Nueva Fuerza Democrática en la Costa Caribe. Pastrana veía en él un hombre disciplinado, organizado, decidido que manejaba un bajo perfil. Era él quien le organizaba sus visitas que se volvieron más frecuentes en 1993 cuando Pastrana renunció en al Senado para lanzarse a la Presidencia de la República en 1993 aprovechando el éxito que había tenido en las legislativas. Pastrana frecuentaba la casa Efraín Cepeda y su esposa Sonia Tarud, convertida en el centro de operaciones de su campaña en la Costa.

A pesar del primer empate el 29 de mayo de 1994 entre Andrés Pastrana y Ernesto Samper Pizano, en la segunda vuelta Samper llegó a la Presidencia de la República con más del 50% de los votos. Aunque Efraín Cepeda se volvió a reelegirse en el Senado con 41.800 votos, Pastrana se mudó a Cayo Vizcaíno en Florida y en las legislativas de marzo de 1998, la ausencia de su líder se sintió cuando militantes de la Nueva Fuerza Democrática regresaron al Partido Conservador. A esto se sumó para Cepeda la pérdida de su padrino político Abelito Carbonell quien murió de cáncer en la garganta.

Para Cepeda fue como andar el Niágara en bicicleta y, por poco, no logra elegirse entrando al Senado en el último lugar de la lista de la Nueva Fuerza Democrática.

Después de tres largos años de ausencia, Andrés Pastrana regresó a Colombia y recurrió a su hombre de confianza en la Costa para que rescatara a las bases de la Nueva Fuerza Democrática y los alistara para lo que sería la Gran Alianza Democrática, su segundo intento por la Presidencia de la República.

Con Andrés Pastrana en el poder, Efraín Cepeda remontó la cuesta y empezó a ascender dentro de la tolda azul. El aprecio de Pastrana quedó demostrado cuando ya como Presidente en el año 2000, inauguró personalmente el Parque Jairo Cepeda Sarabia en Barranquilla en memoria del hermano menor de Cepeda.

En 2002 el liderazgo de Efraín Cepeda que vuelve a reelegirse con 88 mil votos y se ratifica cuando Álvaro Uribe Vélez llega al poder respaldado por los conservadores incluyendo a la Nueva Fuerza Democrática que queda relegada y mientras que Cepeda inicia oficialmente su ascenso en el Partido Conservador.

En el 2003 Pastrana le da el espaldarazo a Efraín Cepeda para que sea nombrado Presidente del directorio Conservador, esto empuja a Cepeda a convencer a su primo materno, Carlos Rodado Noriega que se lanzara a la Gobernación del Atlántico con el aval del Partido en el que ahora era él también pesaba. Rodado acepta la propuesta de Cepeda y renuncia a la rectoría de la Escuela Colombiana de Ingeniería para lanzarse a la Gobernación a donde aterriza en 2004 a pesar de que los conservadores seguían siendo minoría en el departamento frente a la maquinaria de los Char. Con esta victoria, Cepeda ya no solo tenía injerencia a nivel nacional, sino también regional.

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Pero el poder que fue amasando Efraín Cepeda fue el inicio de las tensiones con quien lo había llevado a la cima: Andrés Pastrana. Las tensiones iniciaron cuando estaba por terminar el segundo periodo de Álvaro Uribe quien intenta obtener el respaldo de los conservadores para su candidato Andrés Felipe Arias imponiéndolo sobre Noemi Sanín quien era la candidata de Pastrana.

Finalmente, los conservadores apoyan a Juan Manuel Santos. Una jugada de la que sale bien retribuido Efraín Cepeda quien pasa de repetir Senado en 2010 con 80.000 votos a tener 98.000 votos en 2014 en la reelección de Santos además de que su peso se hizo sentir en el sector de la agricultura cuando su amigo Luis Humberto Martínez Lacouture llegó a la dirección del ICA, uno de los institutos claves, sin que los funcionarios cumplieran con mínimos requisitos técnicos, empezando por el mismo Luis Humberto Martínez. Desde entonces ha mantenido cuotas fijas en este sector.

Efraín Cepeda fue elegido presidente del Senado en el último periodo del gobierno Santos para sacar adelante la legislatura de la paz del Acuerdo de Paz con el que Andrés Pastrana tenía grandes diferencias con él. Cepeda acompañó a Santos más por cálculo político que por convicciones siguiendo sin ambages el libreto gubernamental, se convirtió incluso en un alfil de la reelección, en contravía de las directrices de su partido y obteniendo una jugosa mermelada con la que afianzó aún más su aparato político en la Costa. Esto agrietó aún más la relación entre Pastrana con Cepeda quien no apoyó a Marta Lucía Ramírez como candidata a la presidencia en 2018 quien era además la candidata de Pastrana.

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En 2019 en el Club ABC de Barranquilla se reencontraron Andrés Pastrana y Efraín Cepeda en un evento auspiciado por la entonces candidata a la Gobernación de Bolívar, Elsa Noguera, quien logró lo impensable: recibir el apoyo tanto de Pastrana como de Cepeda, que decidieron remangarse y participar activamente en su campaña.

Efraín Cepeda, el palo en la rueda del Gobierno Petro

En 2002 Efraín Cepeda fue cabeza de la lista al Senado de los conservadores. Su peso en el Congreso se ha hecho sentir durante el Gobierno del Presidente Petro donde, si bien, los conservadores lograron ciertas cuotas en el Ministerio de Transporte con Guillermo Reyes y se declararon en independencia en 2023, Cepeda se ha convertido en el mayor opositor a las reformas de Petro.

La llegada de Efraín Cepeda a la Presidencia del Senado en 2024 resultó siendo un duro golpe para el Gobierno. A diferencia del senador conservador Carlos Trujillo, quien ha operado como aliado del presidente Petro desde el día uno, el veterano barranquillero, quien repitió presidencia del Senado sin que la bancada oficialista hubiera podido atravesársele, se ha mantenido crítico del gobierno en varios temas y sobre todo en el Fiscal. Así quedó demostrado frente a la Consulta Popular donde el No se impuso con 49 votos a favor y 47 en contra y que, con su habilidad para negociar y lograr acuerdos desde la Presidencia del Senado, hace que la Reforma Laboral del Presidente tenga un camino más espinoso aún por recorrer.  

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