Colombia es un país interesado en todo, excepto en lo realmente importante

Últimamente, en Colombia, están ocurriendo cosas que suelen tener un símil con épocas pasadas por las formas en que se hacen y su sistematización. Entre ellas están los sofismas distractores, cuyo objetivo es desviar la atención de las personas para que las decisiones que se tomen, ya sea en contraposición a los intereses colectivos, sean legitimadas sin la voluntad contraria de la población. Esto va directamente ligado a la falta de cultura política y la desesperanza de una población que ve cómo sus dirigentes dejan de ser servidores, para convertirse en aquellos a los que se les debe servir.

Podemos decir que la comparación más parecida de lo que está pasando en nuestra realidad, con respecto a eventos en el pasado, estaría estrechamente ligada a la antigua Roma con su frase “Pan y Circo”. Dicha frase, muy famosa en ese imperio, demostraba la intención de los emperadores de desviar la vista del pueblo romano por medio de actos que distraían a la población con el objetivo de desviar su opinión de los asuntos importantes para el bienestar colectivo. Desde esa perspectiva, podemos decir que pasa algo similar en nuestro país. Programas de televisión que no instruyen a la población, pero sí moldean la opinión a lo superficial y vano, que dirimen cualquier capacidad crítica de nuestros conciudadanos.

Sin embargo, vale la pena hacernos la pregunta: ¿Qué podemos hacer para poder direccionar nuestra mirada a lo realmente importante? Se puede responder esto con uno de los conceptos de Kant, que manifiesta que “El ser humano está en su minoría de edad, siendo el pensamiento y la razón la única forma de salir de ello”. Es decir, pensar en todo lo que está a nuestro alrededor, dejar la servidumbre voluntaria, como dice Étienne de La Boétie, y ser capaces de identificar los riesgos dentro de las decisiones de nuestros dirigentes, es la forma de salir del atolladero llamado “Sofismas de distracción”.

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