Detrás del rostro perfecto y los personajes de telenovela hay un hombre que ha aprendido a vivir lejos del escándalo, con disciplina y sencillez
Hoy, Rafael Novoa recuerda su carrera y a sus compañeros de set con cariño, dándole más valor a estos recuerdos y relaciones que al éxito mismo que tuvieron las historias en las que participó. Nació en un hogar donde el arte se respiraba a diario, lo que le permitió inclinar su vida hacia aquello que realmente lo apasionaba: la actuación. Desde joven tuvo claro su camino, y lo recorrió con paciencia, disciplina y entrega. Hizo sus primeros pinos en producciones de mediados de los 90, donde su presencia en pantalla no pasó desapercibida. Su rostro, su mirada y su naturalidad frente a cámaras lo convirtieron, para muchos, en el próximo galán de la televisión colombiana. Y no se equivocaron.
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Aunque, para él, estos títulos no tienen mayor peso. “Galán” o “estrella” son solo etiquetas que, como él mismo reconoce, pone la gente. Hoy, Rafael Novoa le da más valor a la esencia de las personas, a su autenticidad y humanidad. De hecho, conversar con él es encontrarse con alguien sereno, humilde y sencillo. Un hombre que, aunque ha tenido una carrera colmada de éxitos, sabe que hay cosas más profundas que el brillo de los reflectores o la popularidad.

Un hecho muy curioso si se tiene en cuenta que en su hoja de vida figuran títulos tan importantes como Las Juanas, donde tuvo una participación destacada, o Pura sangre, una novela que lo catapultó como uno de los galanes más cotizados del país. A pesar del éxito, la fama no ha alterado su esencia, esa que lo lleva a sonreír incluso cuando le hacen preguntas incómodas, y que le permite responder con respeto, inteligencia y amabilidad.
Los nuevos proyectos que está alistando Rafael Novoa
Ese mismo hombre que enamoró a miles con su actuación en A corazón abierto, interpretando al doctor Mauricio Hernández, o en Bloque de búsqueda, donde asumió un rol más intenso y dramático, hoy se prepara para asumir un nuevo reto actoral. Después de haber brillado en teatro con la obra El método y de haber cruzado fronteras participando en la televisión mexicana con la serie El ángel de Aurora, el bogotano está listo para regresar a las pantallas nacionales con una historia completamente nueva.


Se trata de Las 40, una producción de RCN Televisión que tendrá como protagonista a la talentosa Juliana Galvis, y que contará con otras reconocidas figuras como Verónica Orozco, Ana María Orozco y Katherine Vélez. Aunque esta historia tiene como eje central a un grupo de mujeres que enfrentarán los desafíos de la madurez con valentía, humor y profundidad, la actuación de Rafael Novoa no pasará desapercibida, pues interpretará un personaje clave dentro de la narrativa. Su presencia será un equilibrio entre la fuerza masculina y la sensibilidad emocional que pide la historia.
Además de este proyecto, su imagen también sigue vigente en el ámbito publicitario, como quedó demostrado recientemente con su participación en un emotivo comercial de Bancolombia. Allí no solo fue la voz de la campaña, sino también el rostro de un mensaje inspirador que tocó fibras profundas entre los espectadores. Un actor que no solo actúa, sino que narra historias con el alma, que conecta con el público no desde la pose, sino desde la sinceridad.
Rafael Novoa sigue brillando, no por el ruido mediático, sino por la consistencia de su carrera, la calidad de su trabajo y el compromiso con cada personaje que interpreta. Un artista que no busca figurar por figurar, sino construir, paso a paso, una trayectoria que inspire, emocione y perdure. Hoy, con la madurez y serenidad que dan los años, sigue apostándole a la actuación como forma de vida y como herramienta para contar historias que valgan la pena ser contadas. Porque, como él mismo ha dicho en más de una entrevista, lo verdaderamente importante no es la fama, sino “cómo uno toca a las personas a través del arte”.
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