Así será el Regiotram, el tren eléctrico que están haciendo los chinos que unirá Bogotá con Faca y Madrid

Petro y el embajador de china en Colombia, dieron el arranque al tren eléctrico la obra que unirá a Bogotá con la sabana en 40 minutos

Entre Facatativá y el centro de Bogotá se construye el Regiotram de Occidente o tren eléctrico. Una línea férrea de 39,6 kilómetros unirá a la Capital con cuatro municipios clave de la Sabana —Facatativá, Madrid, Mosquera y Funza— y que transportará a unas 150 mil personas a diario entre Cundinamarca y la ciudad. El regiotram será un tren eléctrico de cercanías que busca ofrecer velocidad, comodidad y eficiencia para los viajeros de esta región.

El punto de partida oficial se dio con un evento simbólico de intervención al viejo corredor férreo, donde estuvieron presentes el presidente Gustavo Petro y el embajador de China en Colombia, Zhu Jingyang. En el acto, no solo se marcó el inicio de las obras mayores, sino que también se ratificó la participación del consorcio China Civil Engineering Construction Corporation (CCECC), encargado de ejecutar el proyecto tras la adjudicación realizada en 2020.

Para hacer realidad esta nueva infraestructura, se desmontarán 77 kilómetros de rieles antiguos que durante décadas formaron parte del sistema ferroviario nacional. En su lugar, se instalarán 178 kilómetros de vía férrea moderna. Esa será la base para que 16 trenes eléctricos circulen por un trazado que contará con 17 estaciones, algunas a nivel y otras a desnivel, interconectadas por un sistema de señalización de alta tecnología.

La obra se divide por ahora en cuatro frentes de trabajo, pero la expectativa es que este número se amplíe a medida que avancen las fases de construcción. Los trenes recorrerán un corredor vital para la región, donde los tiempos de viaje se reducirán hasta en un 60%. Esto significa más tiempo para las familias, menos congestión en las vías y una apuesta más limpia y sostenible por la movilidad regional.

El plan avanza. El primer tramo, que va desde Facatativá hasta la localidad de Fontibón, está previsto para entrar en operación en el segundo semestre de 2027. El segundo tramo, que conectará la Sabana con el corazón de Bogotá, debería estar en funcionamiento a finales de 2029. En paralelo, ya se han terminado obras clave como el patio taller ANI, donde se realizará el mantenimiento de los trenes, mientras que el patio taller El Corzo —donde se fabrican las traviesas y vigas— ya muestra un avance del 31%.

Además, ya están listas las subestaciones eléctricas que alimentarán el sistema ferroviario. También avanzan obras complementarias como el traslado de redes, demolición de estructuras antiguas y adecuaciones en zonas urbanas, todo bajo criterios ambientales que buscan minimizar el impacto ecológico en la región intervenida.

Desde su concepción entre 2016 y 2019, el Regiotram ha pasado por un proceso riguroso de estructuración técnica y financiera. Hoy es una realidad que empieza a materializarse sobre el terreno. El costo total del proyecto asciende a 2,94 billones de pesos, de los cuales el Gobierno Nacional aporta el 70% (2,05 billones) y la Gobernación de Cundinamarca el 30% restante (885 mil millones).

Pero su éxito no depende solo de los rieles y los trenes. La integración de este sistema con el metro de Bogotá y las troncales del sistema TransMilenio, como la Avenida 68 o la línea de Soacha, será clave para que el Regiotram funcione como un verdadero sistema integrado de transporte. Esa tarea recae ahora en la administración distrital, que deberá conectar las piezas urbanas con el nuevo eje regional.

Más allá de una megaobra, el Regiotram de Occidente es una promesa de transformación para quienes han vivido por años atrapados entre trancones, buses llenos y horas perdidas. Un tren eléctrico silencioso, moderno y eficiente empieza a abrirse paso entre las montañas, los barrios y los viejos rieles, como símbolo de un futuro que, esta vez, avanza sobre ruedas.

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