La compra a uno de los poderosos de Pacific Rubiales alarmó a la Procuraduría por un posible conflicto de intereses por el que Roa tendrá que responder el 2 de julio
El 21 de enero de 2022 el ingeniero santandereano Ricardo Roa se convirtió en el hombre de la chequera de la campaña a la presidencia de Gustavo Petro. Como gerente de su campaña, era el posibilitador de la ejecución de la agenda, no salía ni entraba dinero sin su aprobación. Conocido de Petro desde la Alcaldía de Bogotá fue también el gerente de la campaña de 2018 donde terminó derrotado por Iván Duque y en 2022 lo buscó de nuevo para que lo acompañara en la primera lucha: ser elegido en la consulta popular como el candidato del Pacto Histórico, algo que logró sin mayor dificultad.
Ricardo Roa renunció a la gerencia de Celco, una empresa caleña en la que permaneció tres años y donde aterrizó después de regresar de Centroamérica. En el pasado había sido presidente del Grupo de Energía de Bogotá y de la Empresa Gas Internacional (THI), cargos que lo catapultaron en la Empresa de Energía Honduras, de propiedad del William Vélez y parte de su emporio. Roa se trasladó a Tegucigalpa con su pareja Julián Caicedo quien empezó a trabajar en la misma compañía.
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Sus conocimientos de ingeniero mecánico de la Universidad Nacional y especialista en sistemas gerenciales de Ingeniería de La Javeriana le fueron útiles para su responsabilidad laboral en Celco, una empresa con menos de 200 empleados dedicada a la fabricación, ensamble y comercialización de equipos de alta, baja tensión, control y protección de energía eléctrica y antes de marcharse, introdujo la producción de paneles solares. Ricardo Roa presentó su renuncia ante las directivas sin ocultar el nuevo rumbo que tomaría con la apuesta como gerente de la campaña de Petro.
Trasladarse a Bogotá significaba también encontrar un buen lugar para vivir con Julián Caicedo, una relación cada vez más consolidada.
El penthouse del Parque de la 93 en la mira de la Procuraduría
Fue precisamente en 2022, en pleno clamor de las plazas públicas en las regiones por el candidato Gustavo Petro cuyas giras coordinadas por Armando Benedetti y Laura Sarabia exigían cada vez más recursos en efectivo, que Ricardo Roa vio con mayor urgencia la importancia de adquirir un apartamento en Bogotá. Además de su gusto personal y su pareja, por razones de la interacción con posibles aportantes a la campaña le puso el ojo a un penthouse en el exclusivo barrio Chico Norte aledaño al Parque de la 93.
Sería una oportunidad para realizar una buena inversión. En 2022 Ricardo Roa decidió que sería el mejor momento para invertir en la compra del apartamento número 901 ubicado en la Calle 92 con 8 que costó $1.800 millones asfaltando el camino para la eventual victoria d Gustavo Petro. Se trataba de una apuesta económica costosa, de acuerdo a sus ingresos, pero que bien valía la pena encontrar caminos de financiación.
El dueño del apartamento cercano a Ecopetrol
En 2022 mientras se cocinaba la llegada de Ricardo Roa a la presidencia de Ecopetrol, le compró el apartamento a Princeton International Holdings, una empresa fundada en las Islas Vírgenes que tiene como representante legal al empresario venezolano Serafino Iacono, influyente en la industria petrolera y exejecutivo de Pacific Rubiales. Está casado con la exreina de belleza María Paula Mejía con quien comparte una vida de lujos a pesar de la quiebra de Pacific Rubiales, pero que armó fortuna con el pozo Rubiales en el Meta.
Serafino Iacono tiene contratos de exploración de producción de hidrocarburos en Ecopetrol y ha firmado contratos con su filial Hocol. La relación de Serafino Iacono con el sector petrolero tiene a Ricardo Roa en el ojo de la Procuraduría quien el pasado 3 de junio le abrió investigación por posible conflicto de intereses en la compra del apartamento 901 en el Museo del Chicó teniendo en cuenta su posición en Ecopetrol y los contratos de Serafino Iacono.
El nuevo hogar de Ricardo Roa y Julián Caicedo
Ricardo Roa estrenó el penthouse con Julián Caicedo. Se conocieron años atrás en Sloane Energy Colombia, una firma de propiedad del fondo de inversión inglés Talis Capital dedicada a la exploración, producción y transporte de Petróleo, Gas y Carbón en la que Roa fue Presidente. Caicedo, un caleño de 28 años que estudió Negocios Internacionales en la Konrad Lorenz, fue vinculado como ejecutivo comercial.
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Desde entonces iniciaron una relación sentimental y Julián Caicedo empezó a moverse en el círculo de poder de Ricardo Roa quien cuando fue nombrado en 2019 como Gerente General de la Empresa de Energía de Honduras (EEH) de propiedad de William Vélez como parte de su emporio Ethuss, Caicedo terminó nombrado, sin experiencia para tal cargo, como Gerente de Logística Internacional en la misma EEH, que se dedica principalmente al mantenimiento y operación de redes eléctricas con negocios en México, Panamá, Guatemala, Chile y Colombia.
La remodelación más costosa que el precio del penthouse
Con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia, Ricardo Roa cayó parado en la Presidencia de Ecopetrol y empezó la remodelación de su apartamento que terminó costándole más que la propia compra. Fue una inversión en remodelación de $2.300 millones y contrató al diseñador Johny Giraldo, quien además es yerno de la senadora Piedad Córdoba (q.e.p.d) y que le recomendó a Roa cambiar desde los pisos, paredes, acabados de las puertas hasta volver a hacer la cocina.
Ricardo Roa le terminó debiendo un importante monto de dinero que motivó la salida de Johny Giraldo a denunciar en redes con lo cual se hizo público la ambiciosa obra en la que Julián Caicedo participó con entusiasmo. Hoy lo que parecería sería un nido de tranquilidad para la pareja se ha convertido en un motivo de preocupación que tiene a Roa obligado a darle explicaciones a la Procuraduría para explicar el origen de los dineros y el posible conflicto de interés con el vendedor del apartamento con vínculos en el sector energético.
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