Sofía dirige la nueva línea de vestidos de novia, y Mauricio sigue los pasos de su papá, el empresario del negocio, y está al frente de la logística
Todo empezó con unos retazos de cuero que iban a parar a la basura. En ese entonces, Silvia Tcherassi no imaginaba que aquella camiseta improvisada que diseñó con materiales desechados sería el primer hilo de lo que, más tarde, se convertiría en una de las marcas de moda más admiradas de América Latina. Ni ella, ni su esposo Mauricio Espinosa, ni siquiera su madre, Vera, podían anticipar que desde un taller en Barranquilla comenzaría a escribir una historia de lujo y menos que los hijos de Silvia Tcherassi también formarían parte de ese imperio.
Hoy, Silvia Tcherassi no solo es una firma respetada en el competitivo mundo de la moda de lujo, con vitrinas en Miami, Madrid, Milán, Cartagena y Santo Domingo. Pues también es un negocio familiar donde los hijos de la diseñadora, Sofía y Mauricio, han encontrado su propio espacio. No fue algo planeado, ni impuesto, simplemente ocurrió, convirtiendo a esa gigantesca empresa en un emporio verdaderamente familiar.
Silvia ha recorrido las grandes pasarelas con sus diseños: París, Milán o Nueva York, ha recibido reconocimientos internacionales como la Orden de las Artes y las Letras del gobierno francés, y ha vestido a mujeres de todo tipo con sus piezas, pero nunca ha perdido de vista sus raíces barranquilleras, y muchos afirman que es una mujer tranquila y serena a pesar del peso que lleva sobre su espalda.
Sofía y Mauricio: trabajadores incansables del imperio Tcherassi
“La moda siempre fue parte de la casa”, recuerda su hija Sofía en una entrevista. Y es cierto. Creció entre rollos de tela viendo a su madre cosiendo y diseñando. “Nunca fue una obligación seguir sus pasos, pero estaba tan inmersa en ese mundo que cuando me di cuenta, yo también quería ser parte de él”, explica la joven que ahora es casi la mano derecha de su madre.
Sofía, la mayor de los hermanos, estudió en la prestigiosa Parsons de Nueva York. Antes de sumarse al negocio familiar, trabajó con gigantes como Oscar de la Renta y Gabriela Hearst, y pasó por las oficinas de Condé Nast, donde conoció el negocio desde una visión editorial. Ese recorrido le dio la experiencia que hoy aplica como directora de la línea ready-to-wear de la marca de su mamá. Sofía ha aportado una mirada más atrevida en colores, materiales y siluetas, pensando también en las nuevas generaciones de consumidoras.
Aunque pareciera un verdadero imperio de mujeres, también hay un hijo que trabaja tras bambalinas. Mauricio Espinosa Tcherassi, el hermano menor, dirige el área de innovación. Desde Miami, donde la firma tiene su cuartel general, piensa en tecnología aplicada al diseño, en la logística que permite que una blusa que nace en Barranquilla pueda ser vendida en una boutique de Madrid. Mauricio se ocupa de un lado menos visible, pero igual de importante.
Más allá de los hijos de los hijos de Silvia Tcherassi: toda una familia
La historia de Silvia es también una historia de familia, porque sus hijos no son los únicos miembros de su familia que la impulsan. Desde el inicio, su esposo Mauricio, un antioqueño que poco se muestra en la farándula, ha sido su socio y estratega. Fue él quien lideró la expansión internacional, quien abrió las puertas de los showrooms de Nueva York y Milán, quien gestionó las relaciones comerciales que hoy permiten que la firma exporte el 70% de su producción. Mientras Silvia diseña, él ejecuta. Un cuarteto que los ha llevado al éxito en la moda.
“Mauricio tiene esa visión empresarial que yo no tengo”, ha dicho Silvia. “Gracias a él pudimos dar el salto y competir en un mercado donde los márgenes son estrechos y la competencia feroz”. En ese equilibrio radica buena parte del éxito de la casa Tcherassi, una mezcla bien balanceada entre lo artístico con lo empresarial.
Recientemente, lanzaron en colaboración con Sofía, Sublime Gestures, una línea de novias que refleja esa nueva etapa de la marca. Con prendas pensadas para la mujer que quiere casarse sin perder comodidad ni estilo. Además, también se ve una nueva apertura internacional cuyo destino la familia aún guarda en secreto, mientras trabajan en la colección Primavera 2026.
La familia Tcherassi también ha buscado devolver todo eso que la industria les ha dado. Sobre todo con la Beca Silvia Tcherassi, creada junto al Instituto Marangoni de Miami, que ofrece oportunidades de estudio a jóvenes diseñadores colombianos, impulsando el talento de su tierra.
En tiempos donde muchas marcas de moda terminan siendo compradas por los grandes grupos empresariales, la historia de Silvia Tcherassi es una historia de resistencia. De cómo, desde un pequeño taller en Barranquilla, una familia ha logrado construir un emporio global sin perder sus raíces.
| Ver también: El emporio económico de Silvia Tcherassi en el que su esposo …
-.
Anuncios.
Anuncios.
(function(d, s, id) {
var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0];
if (d.getElementById(id)) return;
js = d.createElement(s); js.id = id;
js.src = «//connect.facebook.net/en_GB/all.js#xfbml=1»;
fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);
}(document, ‘script’, ‘facebook-jssdk’));
!function(f,b,e,v,n,t,s)
{if(f.fbq)return;n=f.fbq=function(){n.callMethod?
n.callMethod.apply(n,arguments):n.queue.push(arguments)};
if(!f._fbq)f._fbq=n;n.push=n;n.loaded=!0;n.version=’2.0′;
n.queue=[];t=b.createElement(e);t.async=!0;
t.src=v;s=b.getElementsByTagName(e)[0];
s.parentNode.insertBefore(t,s)}(window, document,’script’,
‘https://connect.facebook.net/en_US/fbevents.js’);
fbq(‘init’, ‘446647882874276’);
fbq(‘track’, ‘PageView’);