La Fundación Valle del Lili en Cali creó un registro de cáncer hereditario que permite detectar a personas con riesgo por antecedentes familiares
En el corazón del sur occidente colombiano, la Fundación Valle del Lili en Cali lleva años apostándole no solo a curar, sino a anticiparse a las enfermedades gracias a su trabajo de investigación tan importante como la atención médica a los pacientes. Esto la ha hecho líder no solo por su hospital de altísimo nivel que lo colocó este año nuevamente como el mejor de Colombia sino por los trabajos de avances en el conocimiento científico en áreas como el cáncer hereditario, entre muchas otras.
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Uno de éstos se ha dado en el complicado tema de la oncología en el que la comunidad científica mundial está comprometida. Se trata de la creación de un sistema que recopila información sobre personas con cáncer que permite identificar a personas con mayor riesgo de desarrollar cáncer debido a antecedentes familiares. Este registro de cáncer hereditario permite realizar diagnósticos tempranos y tratamientos específicos.

Las pruebas genéticas en sangre o saliva pueden identificar cambios genéticos hereditarios que aumentan el riesgo de cáncer. Con esta herramienta basada en tecnología genética les permite a médicos especializados y a los pacientes tener una visión más clara sobre los riesgos y comportamientos del cáncer en Colombia.
Desde 2021, este registro opera como una base de datos que integra información clínica, antecedentes familiares, investigaciones genéticas y asesoría personalizada para quienes tienen alteraciones heredadas en los genes asociadas a distintos tipos de cáncer.
Solo en su primer año, se logró identificar a más de 400 personas con sospechas de síndromes hereditarios asociados a cáncer, permitiendo hacer seguimiento clínico a ellas y sus familiares, según datos publicados por la Fundación Valle del Lili. El programa, liderado por la doctora Lisa Ximena Rodríguez Rojas reconocida por sus investigaciones y trabajos publicados quien está respaldada por el Centro de Investigaciones Clínicas, se ha convertido en una de las apuestas más ambiciosas del país para avanzar hacia la medicina de precisión y para ello cuenta con una laboratorio de genética molecular.
El objetivo es detectar riesgos antes de que aparezca el primer síntoma. Con tecnología y paneles de biomarcadores, el equipo de oncogenética ha identificado alteraciones genéticas en pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, ovario, colon y próstata. Esto ha permitido no solo mejorar los protocolos de tratamiento, sino también ofrecer asesoría a los familiares que podrían estar en riesgo y aún no lo saben.
En Colombia no todos los pacientes tienen el mismo acceso a diagnósticos tempranos ni a información genética. Por eso, un equipo de investigadores liderado por la doctora Ángela Regina Zambrano decidió explorar cómo se vive el cáncer lejos de los hospitales, en territorios donde el acceso es limitado. Se acercaron a comunidades indígenas para entender, cómo enfrentan una enfermedad que muchas veces llega sin aviso y sin tratamiento oportuno.
En alianza con la fundación Somos Ciencia al Servicio de la Comunidad (SCISCO), esta investigación se adentró en territorios de los pueblos Arhuaco y Pijao de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde el sistema de salud tradicional muchas veces no dialoga con las prácticas ancestrales.


El estudio reveló la falta de registros de casos específicos de cáncer en estas comunidades, lo cual representa una barrera crítica para su atención. Por eso, uno de los propósitos principales ha sido construir, junto a estas comunidades, una forma de atención que una la medicina moderna con las costumbres indígenas.
En ambos frentes —tecnológico y social— la Fundación Valle del Lili está marcando un camino. Desde los laboratorios hasta los territorios la apuesta es que ningún paciente quede por fuera del diagnóstico a tiempo, sin importar su origen o condición y lograr construir un modelo donde la ciencia, la cultura y la tecnología no compiten, sino que se integran para salvar vidas.
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