Promover el bienestar emocional y reducir el estrés
Por: Brillit Esperanza Ochoa Jaimes, Psicóloga, especialista en Gobierno y asuntos públicos
Estamos viviendo en el presente o solo vamos corriendo por la vida, como máquinas atrapadas en rutinas establecidas, en un mundo a blanco y negro, dejándonos arrastrar por la monotonía, agotados y agobiados con malestares físicos y emocionales, desconociendo el origen de todo ello, sin saber qué es el estrés, quien se ha convertido en un compañero de vida, que habita nuestras mentes, influyendo en nuestro bienestar emocional.
El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. La mayoría de las personas identifica el distrés, siendo el tipo de estrés que nos puede paralizar, nos agota y puede llevarnos al borde de la desesperación. Es común identificarlo al sentir tensiones musculares, dolores de cabeza, fatiga, más hambre de lo habitual o pérdida momentánea del apetito; cabe resaltar que no todos lo experimentamos de la misma manera, sin embargo, es esencial entender que no todo estrés es desfavorable, también existe el eustrés, una forma de estrés positivo que nos motiva y nos impulsa a enfrentar retos.
La diferencia de cuál tipo de estrés experimentemos radica en varios factores clave que influyen en la percepción y respuesta al estrés, algunos de ellos son la interpretación cognitiva, recursos y habilidades sociales, experiencias pasadas, apoyo social y resiliencia emocional; entendiendo esta última como la capacidad para adaptarse y recuperarse de determinadas situaciones estresantes.
Pero, ¿cómo manejar el estrés?, vamos a explorar cinco estrategias esenciales que no solo ayudarán a reducir el estrés, sino que también pueden ayudar a un equilibrio emocional y mental.
1. Hábitos de vida saludables: el ejercicio regular, una alimentación balanceada y el sueño; por ejemplo, estudios han demostrado como la actividad física regula neurotransmisores que influyen en el estado del ánimo y las respuestas al estrés, muchas personas también refieren tener más energía durante el día tras realizar actividad física en las primeras horas del día antes de iniciar sus labores.
2. Red de apoyo: no subestimar al poder de contar con una red solida de apoyo, estas son las relaciones interpersonales, familiares, laborales, sociales o de pareja, como refugio frente al estrés. Sentir la empatía de otra persona por el propio sentir, permite liberar cargas emocionales que se alimentan por el desorden del presente.
3. Meditación – atención plena: tradicionalmente existen técnicas subestimadas por su “simplicidad”, dentro de ellas se encuentra la meditación y la relajación, permitiéndonos estar en el aquí y en el ahora.
4. Actividades artísticas: las expresiones artísticas como la música, la danza y las artes plásticas, permiten liberar emociones reprimidas y reducir los niveles de estrés presentes, las ondas sonoras y los movimientos físicos o las representaciones gráficas son reflejo o representación de una emoción, el poder expresarlo.
5. Metas de vida claras: objetivos de vida bien definidos nos proporciona un sentido de dirección y propósito, al ser realistas y alcanzables podemos avanzar e ir paso a paso, evitando posibles sensaciones de estar perdidos o abrumados, saber hacia dónde nos dirigimos nos genera confianza y seguridad.
Integrar estas cinco estrategias en la vida, permitirá construir unas bases sólidas para el bienestar emocional, vivir más en el presente, gestionar emociones y cuidar la salud física, sabiendo que debemos seguir navegando en el caos del día a día, todo ello nos puede ayudar a avanzar sin ser consumidos por ello.
Recordemos que el bienestar emocional no es solo la ausencia de malestar, sino la presencia de hábitos y acciones que nos permiten disfrutar la vida en todo su esplendor.