El pedalista, que ni siquiera estaba en la lista de los escarabajos que iban a participar en la carrera ciclística, resultó marcando un hito en la jornada 7 de 1985
“Al final era como plano. Vi que la meta estaba lejos; pero me la jugué, les partí y gané” han sido las palabras con las que Antonio Tomate Agudelo ha contado la hazaña que escribió su nombre con letras doradas en la historia del ciclismo colombiano. El 30 de abril de 1985, cuando los escarabajos ya eran famosos en tierras europeas, pero no habían podido demostrarlo en la Vuelta a España, el antioqueño se vistió de héroe y en la etapa 7 cruzó la meta en primer lugar. Dicho glorioso momento lo convirtió en el primer colombiano en ganar una etapa en la Vuelta a España y abrir una puerta que, 39 años después, otros 21 compatriotas también han cruzado.
El primer colombiano en ganar una etapa en Vuelta a España fue Antonio «el tomate» Agudelo en 1985 pic.twitter.com/VvYJXVaiRG
— Historia de Colombia (@colombia_hist) January 19, 2020
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Antonio Tomate Agudelo: sus inicios y la historia de su apodo
Como la mayoria de ciclistas que han nacido en Colombia, Antonio Tomate Agudelo nació y se crio en el campo. Oriundo de Don Matías, Antioquia, la tierra en donde se fundó la famosa empresa ‘Colanta’, desde muy joven tuvo que ver con el caballito de acero, pedaleando mientras hacía mandados o iba a estudiar. Esa pasión, que primero fue un pasatiempo, finalmente se convirtió en su estilo de vida, cuando empezó a hacer parte de la escuadra Freskola en 1979, un equipo en donde alcanzó algún reconocimiento y también obtuvo el característico apodo con el que es recordado hasta ahora, cuando ya tiene 65 años.
Y es que en la etapa 5 de la Vuelta a la Juventud de 1979, cuando iba primero y se alistaba para celebrar la primera victoria de su carrera, un perro se le atravesó en los últimos metros del trayecto y evitó que pudiese ser el ganador. El ciclista que se llevó la victoria fue José Diosa, mientras Agudelo, con la cara roja, no ocultó el malestar por lo sucedido. Fue entonces cuando el reconocido periodista colombo-argentino, Julio Arrastía Bricca, vio la situación y atinó a decir “Che, mirá a este pibe. Parece un tomate de la rabia”, sin saber que desde ese momento iba a quedar bautizado con ese sobrenombre e iba a alcanzar la gloria ciclística como Antonio Tomate Agudelo.
Después de dicha anécdota, el deporte recompensó al pedalista y en 1980 logró obtener el premio al mejor novato de la Vuelta a Colombia, además de ganar su primera competición internacional un año después, cuando obtuvo el primer lugar en la Vuelta Independencia Nacional de República Dominicana. Los años posteriores no fueron distintos, ganando la Vuelta a Costa Rica y repitiendo su primer puesto en la isla del caribe en 1984. En ese momento, Antonio Tomate Agudelo se colocó como uno de los ciclistas a tener en cuenta, aunque tuvo que tener mucha suerte para ser fichado por el equipo más importante de Colombia y cumplir su sueño de ir a Europa.
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El llamado para competir con Café de Colombia en Europa
Ya con un nombre en el ciclismo colombiano, Antonio Tomate Agudelo recibió el llamado del equipo Café de Colombia en 1985 ¿La razón? La escuadra tenía el aval de participar en la Vuelta a España, una de las tres grandes carreras del ciclismo internacional, y la oportunidad era única. Aun así, el ciclista tuvo algo de suerte, pues antes de ser convocado, el pedalista que iba a asistir era el boyacense José Jiménez, a quien una lesión no le permitió viajar. Fue entonces cuando ese cupo quedó en bandeja de plata para el escarabajo antioqueño, quien supo aprovechar la oportunidad.
El pedalista arribó al equipo como gregario para apoyar al famoso Fabio Parra a alcanzar alguna victoria en la competición. Por ese entonces, el oriundo de Sogamoso, Boyacá, compartía el título de mejor ciclista del país con Lucho Herrera, por lo que la primera idea del entrenador José Raúl Mesa, era que Tomate Agudelo fuera el soporte del ciclista para que, gracias a su buen momento, pudiera dar la sorpresa en las carreteras ibéricas y se pudiese seguir alimentando la idea de que los escarabajos estaban hechos para grandes cosas. Las cosas saldrían muy distintas.
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El primer colombiano en ganar una etapa en la Vuelta a España
Lejos de ser Parra el de la hazaña, quien terminó dando la sorpresa fue el mismo Antonio Tomate Agudelo. En la etapa 7, en el trayecto entre Cangas de Onís y Alto Campo, el que había llegado como gregario fue el encargado de perseguir una fuga en donde estaban Samuel Cabrera, el colombiano Francisco Rodríguez, Robert Millar y Peio Ruiz Cabestany. El antioqueño alcanzó la escapada, se pegó a la rueda y, finalmente, en los últimos metros, lanzó un ataque letal. Fue tan rápida la situación, que Agudelo ni siquiera pudo alzar los brazos para celebrar la hazaña de ser el primer colombiano en ganar una etapa en la Vuelta a España, cruzando la meta con los ojos en el asfalto.
Apenas se supo que Antonio Tomate Agudelo se había hecho con la etapa de la Vuelta a España, la fiesta en Colombia, principalmente en Medellín, no se hizo esperar. Los conductores que estaban pegados al radio no dejaron de sonar los pitos y varias sirenas se activaron en honor al pedalista. Mientras tanto, en España, el antioqueño se montó en el podio ante los ojos de decenas de fanáticos que vieron por primera vez a un colombiano en esa posición, como si presagiaran una imagen que iba a seguir sucediendo, pues después de él, han sido varios los escarabajos que también han saboreado la gloria de una etapa de la carrera ciclística.
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