Está situado en el Poblado, uno de los sectores más exclusivos de Medellín, tiene 340 mt2 y el parapolítico se lo compró al Tuso Sierra, el primo de su esposa
La amistad entre Juan Carlos, el Tuso, Sierra, y de Mario Uribe viene desde niños. Ambos nacieron en el mimo pueblito antioqueño de Andes, donde estrecharon la cercanía antes de que cada uno tomara rumbos distintos. Mario Uribe ya viviendo en Medellín fue la universidad pública de Antioquia donde estudió derecho mientras que el Tuso buscó la vida fácil acercándose a la delincuencia. Aunque la comunicación no la perdieron.
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No pasaron muchos años y El Tuso Sierra se hizo uno de los hombres de más confianza del poderoso paramilitar y narcotraficante Diego Murillo Bejarano, alias DonBerna. Esta cercanía con Don Berna convirtió al Tuso Sierra no solo en paramilitar sino en un poderoso narcotraficante.
Mientras que el Tuso Sierra escalaba poder dentro del paramilitarismo y enviaba cocaína al lado de su jefe y mentor, la vida de Mario Uribe, primo del expresidente Álvaro Uribe, se cruzaba con la suya. Mario Uribe, siendo juez de Salgar y Medellín, terminó casado con la prima del Tuso. La amistad se convirtió en familiaridad, la cual se fortaleció cuando el Tuso regresó al pueblito de Andes donde Mario Uribe, ya inclinado por la política, fue concejal del municipio por el partido Liberal entre 1976 y 1982 y luego diputado de la Asamblea de Antioquia, cargo que ocupó hasta 1985.
Según declaraciones del Tuso Sierra, su cercanía con Mario Uribe siempre estuve activa y presente. Entre ellos no solo se hicieron favores mutuos, como lo confesó el exparamilitar, sino que trascendió a los negocios. El Tuso dijo que entre él y Mario Uribe negociaron al menos 15 propiedades. Sierra le compró a Uribe Escobar de un solo contado la finca La Palmira, ubicada en el municipio de Hispania. El confeso narcotraficante también confesó que por su cercanía le patrocinó sus posteriores campañas políticas y que aparte de le daba bastante dinero como prebendas y pago de favores.
Frente al lujoso apartamento en el que actualmente vive Mario Uribe el negocio lo hizo el primo del expresidente directamente con el Tuso Sierra, quien contó como esta vivienda de 340 metros cuadrados, puesto en el edificio Saint Etienne, en El Poblado, uno de los sectores más exclusivos de Medellín, llegó a manos del excongresista, condenado en 2011 por la Corte Suprema de Justicia a 8 años de cárcel, por el delito de por concierto para promover grupos armados al margen de la ley, y quien está libre desde 2020.
El Tuso Sierra era dueño de tres apartamentos en el costoso edificio: el 401, el cual que lo ocupaba él; el 802, que le vendió a Mario Uribe, y el 1101, que se lo vendió al narcotraficante Dagoberto Giraldo, alias ‘Percherón’.
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Fue el mismo Mario Uribe el que le pidió al confeso narcotraficante que le ayudara a conseguir un apartamento en el edificio Saint Etienne, quien agradecido por la presunta ayuda que el entonces congresista le estaba prestado a él y a los paramilitares, le ofreció el apartamento 802. Mario Uribe le pagó ese costoso apartamento con un penthouse que tenía en Andes y una parte de la diferencia la pagó a la Constructora Umbral y la otra se regaló el Tuso como agradecimiento.
El apartamento cuenta con 4 habitaciones, cada una con su baño privado y vestier, balcón, sala de estar, comedor, biblioteca, baño social, hall, dos cuartos de lino y despensa, cocina integral, y una alcoba de servicio con su respectivo baño, más zona de ropas y lavandería.
La compra del apartamento 802 por parte de Mario Uribe fue en 2004, un par de años después, cuando los jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia se desmovilizaron con la Ley de Justicia y paz en el gobierno de Álvaro Uribe, este apartamento, así haya estado a nombre del Tuso Sierra, hizo parte de los que Don Berna, como jefe del bloque Cacique Nutibara, entregó para reparar a las víctimas del paramilitarismo, pero solo fue hasta febrero de 2020 que el Fondo de Reparación a Víctimas realizó la diligencia de secuestro del apartamento, pero nunca los Uribe nunca lo entregaron y aún sigue estando en poder de Mario Uribe y su familia, que les deben 280 millones de arriendo al Fondo de Víctimas por llevar viviendo más de 20 años en un lujoso apartamento que se consiguió con dineros del narcotráfico.
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