Susana Muhamad le madrugó al evento de Cali y consiguió $ 56 mil millones para continuar la obra comenzada hace un siglo por el botánico Enrique Pérez Arbeláez
Cuando nadie hablaba de cambio climático ni de protección a la biodiversidad, hace más de siglo y medio el botánico José Jerónimo Triana ya se había interesado por la recolección e identificación de plantas, igual que los miembros de la Comisión Corográfica, un proyecto científico de cuatro años 1851 y 1855 impulsado por el gobierno de la República de la Nueva Granada, dirigida por el ingeniero militar italiano Agustín Codazzi. Esta entre otras cosas buscaba identificar riquezas naturales, construcción de vías de comunicación, impulsar el comercio internacional y estimular la inmigración e inversión extranjera.
La recolección de Triana se dio en el Pacífico, en el Chocó, siendo uno de los primeros que llegó a esas zonas a recolectar plantas de forma científica y ordenada. Todas las plantas recogidas por la Comisión fueron entregadas al Gobierno Nacional en 1856 para que hiciera un gabinete de historia natural que tendría un Herbario. El gobierno recibió todo el material y no cumplió con la creación del gabinete de historia y por tanto las colecciones quedaron abandonadas en distintas dependencias.
Fue la llegada al país procedente de Europa del doctor en botánica Enrique Pérez Arbeláez la que cambió la situación. Desembarcó con la idea de crear escuelas de ciencias, jardines botánicos y herbarios como centros de investigación, aunque ya en Colombia se habían dado algunas puntadas al respecto por parte de los padres Lasallistas, quienes en 1913 fundaron un museo donde montaron un herbario de forma independiente. Sin embargo, en 1928 Pérez Arbeláez tomó la iniciativa y fundó el Herbario Nacional Colombiano en el cuarto de una casa que le prestaron donde colocó las primeras colecciones que encontró arrumadas y empieza a convencer a los funcionarios del gobierno nacional de preservar el tesoro botánico en un Herbario.
COLECCIONES DEL HERBARIO NACIONAL
La colección fue traslada a la Universidad Nacional y en 1928 empieza como el Herbario Nacional, que hoy cuenta con 640 mil especímenes a disposición de los investigadores, estudiantes y la comunidad en general, cada día ese número crece más. En el 2017 se celebró el número 500 mil y estaba entre los 10 Herbarios más grandes de Latinoamérica y es el más grande de Colombia; tiene colecciones de mitad del siglo XIX con sus etiquetas originales que datan de 1853, varias de estas colecciones fueron utilizadas para describir especies nuevas que no se conocían y áreas que no habían sido exploradas.
En el Herbario Nacional existen especies que no han sido estudiadas porque no hay especialistas disponibles para realizar los estudios de los caracteres morfológicos. Toda la información almacenada en las bases de datos del Herbario Nacional genera muchos datos, sobre la diversidad de especies que existe en Colombia, dónde están ubicadas y cuáles son sus usos.
El espécimen más antiguo que tiene el Herbario Nacional es una guadua del año 1800, pero también gran parte de las especies de la Expedición Botánica, pues hay unas que ya no existen y otras que no se sabe si las hay porque Colombia es un país inexplorado por su topografía, características sociales y económicas. Quien cuida actualmente esta joya botánica que empezó Enrique Pérez Arbeláez y cuyos especímenes más valiosos son el caucho, los frailejones y la familia de las asteráceas, es la Bióloga Laura Clavijo Romero quien cuenta lo que está guardado allí hace un siglo.
Las especies únicas del Salto del Tequendama
En los territorios del Salto del Tequendama en Cundinamarca, un lugar único en la geografía colombianahttps://www.banrepcultural.org/proyectos/el-salto-de-tequendama
hubo plantas que ya no existen o se encuentran en cultivos porque eran muy llamativas y solo las hay en esa zona; también hay otras que desaparecieron y no se sabe que ya no están porque falta muchísimo por explorar sobre el tema en las regiones. En el Herbario Nacional hay plantas de todo el país y de otras regiones como la zona Andina, Amazonia, Ecuador, Brasil, Panamá y Perú. Teniendo en cuenta que entre los herbarios se intercambian plantas, la gran mayoría son del territorio colombiano, donde los botánicos han hecho sus exploraciones e investigaciones desde los inicios del siglo XX.
https://www.infobae.com/colombia/2023/08/07/el-herbario-nacional-se-renueva-por-primera-vez-en-100-anos-una-mujer-dirigira-la-institucion/
La riqueza de la Sabana de Bogotá no podía quedar por fuera
Con respecto a la Sabana de Bogotá, existe una gran representatividad de plantas en la zona de Sumapaz y muchas de las investigaciones que han realizado los botánicos han sido en los alrededores de la ciudad y todas están en el Herbario Nacional. Hay diferentes proyectos como el de los frailejones, pues todas las colecciones llegan al herbario y se utilizan para los estudios sobre los cambios que han tenido. Uno de los requisitos principales es que todas las plantas deben entrar en estado fértil y en colección; deben cumplir con ciertos parámetros de organización y prensado, deben tener la información de dónde provienen, dónde fueron recogidas, quién las recolectó y cuándo. Posteriormente se inicia el proceso de secado pasando el material vegetal por el horno.
Continuar el trabajo de Pérez Arbeláez, una tarea que resultó Colombia como sede de la COP16
El 6 de julio de 2024, la Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Susana Muhamad González, dijo que teniendo en cuenta la histórica deuda que el Gobierno Nacional tiene con la biodiversidad, el ministerio dispondrá de recursos por valor de 57.000 millones de pesos para la construcción de la nueva sede del Herbario Nacional con aportes del Fondo para la Vida y la Diversidad, para avanzar en el año de la COP16, con el fin de resguardar las colecciones históricas de Mutis, Humboldt y la Gran Expedición Botánica para que no se pierdan por no contar con una sede apropiada para su conservación.
Muhamad González indicó que la motivación para pagar esta deuda histórica provino de dos fuentes diferentes, por un lado, una crisis que generó un llamado poderoso de la comunidad universitaria con el propósito común de la realización de la COP16 en Colombia. Esto es hacer paz con la naturaleza, porque no es coherente que un país que asume el reto de ser anfitrión de la discusión sobre biodiversidad más importante del planeta, pierda su centro de conocimiento y dos, la realización de COP 16 en Colombia fue el punto determinante para la asignación de los recursos para adelantar el proyecto.
La Ministra aseguró que este importante centro de conocimiento, es el principal lugar para la documentación de la diversidad del planeta y representa la memoria biológica y biocultural del país. La historia del Herbario Nacional es la historia de la flora y los ecosistemas de Colombia.
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