El Banco de la República alerta por los desafíos que supone una población envejecida y mermada por la migración y una reducción de la tasa de natalidad
La población colombiana está en descenso desde hace varios años. Sin embargo, el más reciente informe del Dane despertó la preocupación de la entidad al revelar una inesperada caída en los nacimientos a nivel nacional. Publicado originalmente en: Más Colombia
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística reveló que durante los primeros cuatro meses del año, la tasa de natalidad en Colombia se redujo 14,6% con respecto al mismo periodo del año previo.
Este descenso en la población colombiana es el más drástico de los últimos años y ha tomado por sorpresa al Dane y al Banco de la República, que aborda la situación en el informe Cambios demográficos recientes y envejecimiento poblacional, y es que las proyecciones de la demografía colombiana de ambas entidades no consideraron una baja en la población colombiana de tal magnitud.
En el 2023 la caída en la tasa de natalidad en el país fue de 11%, y en el 2022, la cifra se situaba en el 7%. De modo que la baja en los nacimientos durante los primeros meses del año duplicó la de hace apenas dos años. Las implicaciones de tales fluctuaciones en la población colombiana son extensas y alarmantes si se tiene en cuenta que la planeación nacional no esperaba estos números negativos.
En descenso la población colombiana
La población colombiana ha mostrado una tendencia a la baja durante los últimos años. Este fenómeno es el resultado de varios factores entre los que destacan la migración, y desde luego, la fecundidad.
Según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac) y datos de Migración Colombia, alrededor de 550 mil personas migraron a otro país en el 2022 y 450 mil en 2023. Estas cifras corresponden únicamente a migración neta negativa, sin incluir la migración irregular.
A esta caída significativa en la población colombiana por motivo de migración, hay que sumar la baja de nacimientos en el país, lo que deja al país con un crecimiento poblacional negativo, un panorama que el Dane había proyectado para el 2052.
El Banco de la República planteó varios escenarios en respuesta a la caída en la población colombiana y a su inesperada naturaleza. Según las estimaciones del Banco, estaríamos experimentando una reducción en la población colombiana que no se esperaba sino hasta dentro de 30 años, lo que tendría un efecto negativo en múltiples esferas de la economía.
Según el Banco, las estimaciones del Dane están desfasadas y pueden tener implicaciones significativas en el futuro de los colombianos. La entidad argumenta que debido a que los datos del Dane fueron utilizados para el planteamiento de, entre otras cosas, la reforma pensional, el desfase en las proyecciones podría reflejar políticas públicas alejadas de la realidad de la población colombiana, que no solo está envejeciendo sino en una caída inesperada.
Los colombianos no quieren tener hijos
La población colombiana ha sufrido una transformación significativa desde mediados de la década de 1980, la cual se ha caracterizado por un incremento en la esperanza de vida y una disminución continua en las tasas de natalidad.
Esto ha resultado en una disminución del tamaño de las familias, con menos hijos naciendo y, por ende, menos primos y hermanos en las nuevas generaciones. En la década de 1960, la tasa de fecundidad era de alrededor de 7 hijos por mujer. En 2022, esta tasa ha disminuido significativamente y se sitúa en 1,91 hijos por mujer. La transición hacia familias más pequeñas ha sido impulsada por este cambio y parece que sigue.
Estos cambios en la población colombiana suponen varios desafíos importantes. Por un lado está el reto del cuidado de la población mayor debido al envejecimiento de la población, el cual es el resultado de la disminución de la natalidad y el incremento de la longevidad.
Una población envejecida
El 14,3% de la población colombiana tenía 60 años o más en 2023, un porcentaje que sigue aumentando. Para satisfacer las necesidades de este grupo demográfico en crecimiento, se requieren políticas públicas particulares en los campos de la salud y la protección social. Los efectos de esta tendencia se pueden mitigar mediante la promoción del envejecimiento activo, la atención a largo plazo y el apoyo a las familias cuidadoras.
Para garantizar que se puedan satisfacer las necesidades de esta parte de la población colombiana, es necesario revisar las políticas económicas y sociales debido a los cambios en la estructura familiar y a la creciente cantidad de adultos mayores.
Con aproximadamente 6,5 millones de personas en Colombia que reciben cuidados directos, los miembros del hogar son los principales responsables de los cuidados. Es crucial reforzar el apoyo a los cuidadores y asegurarse de que los sistemas de salud y seguridad social estén preparados para enfrentar el envejecimiento de la población.
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