La ficha fue el abogado Ángel Delgado, compañero de colegio en Montelíbano, quien entró contratado a Urrá por $ 12 millones mensuales y luego lo colaron en la Junta
En los oscuros movimientos directivos de hace unos meses cuando empezó en forma la toma del clan Calle de Montelíbano de la Hidroeléctrica de Urrá, apareció empoderado un personaje: el abogado Ángel Delgado. Con experiencia en los temas laborales estuvo al frente de la destitución del presidente Rafael Amaya y luego concretó los cambios en los estatutos vía una asamblea flash en la que se cambiaron las funciones y el tope de contratación del cargo directivo. Muy posiblemente ha sido cerebro en el escándalo que estalló sobre la compra a bajos precios de energía para luego revenderla por parte de al menos 6 grupos de personas.
Delgado es un hombre de absoluta confianza de los hermanos Calle, el representante Andrés Calle, quien llegó prematuramente a presidir la Cámara de Representantes gracias al apoyo de Gustavo Petro y su hermano Gabriel, hoy diputado a la Asamblea después de haber perdido la gobernación de Córdoba frente a Erasmo Zuleta. Amigos de infancia en las calles de Montelíbano, donde Gabriel Alberto, el papá de los Calle y cabeza del clan, repitió Alcaldía, fue compañero de colegio de Gabriel hijo –aunque iba dos años adelante- en la Fundación Educativa de Montelíbano.
El camino de Delgado en la hidroeléctrica
En enero del 2023, firmó un contrato de prestación de servicios por seis meses en el que se le reconocerían $ 12 millones mensuales por su labor profesional como abogado especialista en derecho laboral en la empresa Urrá. En agosto del mismo año le fue renovado por otros cuatro meses y en enero del año siguiente, 2024, logró entrar a la planta nada menos que con el cargo de Secretario General, tal como aparece en el informe de gestión de la Junta presentado a la Asamblea en abril del 2024. Logró así todo el manejo administrativo y financiero que necesitaba manejar la hidroeléctrica y por esa vía los Calle lograron empoderarse.
Empoderado en la administración, Delgado conspiró contra el presidente Rafael Amaya del Vecchio, quien lo había contratado, y fue sacado del cargo a comienzos de este año. Fue nombrado en interinidad Eduardo Díaz en febrero del 2024 y fue a él y a su cúpula directiva con Ángel Delgado en la Secretaría General a los que les reventó la dinamita del tráfico ilegal en las tarifas de la compra-venta de energía, asunto que ya llegó a la Casa de Nariño.
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